Hay veces que vas caminando por la calle y te encuentras, sin esperarlo, con una entrada para el blog. Me sucedió el jueves pasado. Hay un dicho en euskera -que quizá tenga su paralelo en castellano- que viene a decir que “al que no le anda la cabeza, le tienen que andar los pies”. Iba yo el jueves pasado, hacia las 8 de la tarde, camino del polideportivo de Oñati. Me había dejado en el vestuario de la piscina las chancletas de mi hijo menor. Y me encontré de frente con Venus. Tras una larga temporada desaparecida del cielo vespertino, allí estaba Venus, que comienza ya presentación.