Como nos temíamos, tras haber leído y oído criticas por lo general negativas de la película, tenemos que reconocer que nos ha entretenido. Pero ahí acaban prácticamente las cosas positivas de esta versión moderna de la película ya clásica de 1981. A la que hace un bonito homenaje en forma de búho. No contamos más.
Una cosa si que hay que subrayar y, en nuestra opinión, es de agradecer. Lo que no ha hecho el director es tomar la película del 81 y copiarla, aunque si que toma muchas cosas de ella. Nos encontramos ante otra película, diferente, con cambios sustanciales en el argumento. Digamos que se trata de una adaptación libre de aquella, al igual, no nos engañemos, que la versión 1981 era una adaptación libre de la mitología griega. Y no solo griega. Por poner un ejemplo, Kraken está tomado de la mitología escandinava. En mitología griega tenía una especie de equivalente en Cetus.
En ambas películas, se toman partes de la mitología clásica y se mezclan al gusto. Por ejemplo, la ciudad de Joppa, de la versión 1981, en la que reinaban Cefeo y Casiopea, desaparece y es aquí Argos. E Ío cobra un papel protagonista, desplazando en gran parte a Andromeda.
¿Cual es el principal problema de la película? Pues el mismo que en tantas y tantas películas de hoy en día: que se olvidan de que hacer películas fue, un día, equivalente a contar historias. Nos tratan de asombrar con los efectos especiales y el 3D. Prácticamente son un fin en esta película, cuando debiera de ser un instrumento. Por ello, hay pocos diálogos y la película se explica poco y mal. Circulan por ella personajes secundarios muy jugosos, pero que el director despacha con cuatro brochazos. Una pena. Prepararse para actor, al menos en los Estados Unidos, parece ser más un trabajo de gimnasio que de escuela de actores. Sam Worthing Thon, francamente, no sabemos si es buen o mal actor, pues apenas le dan diálogos. Se limita a poner caras. Carece, desde luego, del aura de los grandes actores. Liam Neeson y Ralph Fiennes, con su sola presencia, llenan la pantalla. El bueno de Sam, pasa desapercibido. Y ese corte de pelo estilo marine que luce tampoco le ayuda.
¿ Debéis ir a verla? Pues al gusto de cada cual. La película no aburre, al menos al que sabe un poco de que va la historia. Al que no la conozca, quizá le aburra y se pierda. Desde luego, no la veáis en 3D. La pasaron a 3D después de rodada y no está bien logrado el efecto. Especialmente mal en las escenas de persecuciones. No se aprecian más que manchas que se mueven a gran velocidad. Nosotros vimos gran parte de la película sin gafas. Como comentaba Belen en uno de los comentarios a la entrada Furia de Titanes, versión 1981 , puede ser una experiencia curiosa verlo en cines equipados con sillas ROMA.
En fin, y sin alargar más la entrada. Una película olvidable, pero que se deja ver. Os dejo con uno de los trailers que circulan por ahí. Ponemos este en el que, al final del mismo, sale Kraken. ¿A qué otro bicho cinematográfico se parece demasiado este Kraken?