Mañana miércoles llega el fin del mundo, según algunos profetas de escaso prestigio. La puesta en marcha del acelerador de partículas instalado en Ginebra ha movilizado a los habituales catastrofistas, herederos de una tradición que arrastra varios siglos de fracasos en sus predicciones, como les ha contado Luis Alfonso Gámez en Magonia. Y el anuncio […]