Hace muchos años, cuando yo era niño, la Semana Santa era un tiempo de reclusión. El único espectáculo que podía verse en la calle era el de las procesiones. Los cines estaban cerrados casi en su totalidad, y los que permanecían abiertos daban viejas películas de historias bíblicas. En la televisión sólo emitían programas religiosos, […]