Querido amigo, éste es el post número 100 de este incipiente blog y quería señalarlo con un artículo sobre una de las herramientas más importantes de la historia de la alimentación. El wok, una sartén que tiene su origen en China y ha sobrevivido a todas las épocas, en alguna incluso hacía de casco para el guerrero, una sartén sin aristas que aprovecha todo el calor que se aplique sobre él y por tanto no desperdicia nada de energía, una sartén que está pensada para optimizar recursos y que sus verduras justo cocinadas en él, aprovechan todos sus nutrientes-ésto hace que además de nutritivo y sano sea económico-, una sartén que se convierte en cocedor poniendo encima suyo unas cestas de bambú, una sartén que da nombre a una técnica y define a una cultura como la china.
Una sartén que pone nombres a negocios de hostelería y calma el hambre de un país de más de mil millones de habitantes. Una sartén que se llama igual, wok, en todos los idiomas del mundo y lo mas difícil, que encima se pronuncia igual. Una sartén, que en un momento, convierte el poco aceite en charco y lo optimiza al máximo. El wok consigue la mejor fritura con el menor aceite a la mayor potencia de fuego, una sartén universal y práctica que hace que en primavera consumamos sus verduras cocinadas en 2 minutos, una sartén que en breve será indispensable en todos los hogares, ¿tú ya tienes wok?