Un campesino chino ha manipulado el crecimiento de sus peras hasta lograr que crecieran en forma de Buda. Trabajó durante varios años perfeccionando su técnica.
Un día Zianzhang tuvo un sueño: las peras que crecían en su huerto tenían la forma de Buda, la figura religiosa sagrada para budistas e hindúes.
Por ello, creó un molde y ha estado trabajando durante varios años para que estos frutos crecieran con la forma que él había ideado. En Lianghexia, al norte de China, se encuentra esta granja que coloca un molde a las peras cuando están pequeñas para luego venderlas. El proceso es sencillo, cuando las peras son todavía pequeñas se meten dentro de moldes como el de la foto, de manera que las frutas crezcan en su interior. Luego, cuando ya están maduras, se retiran los moldes y se venden…
quizás empezemos a ver estas frutas en el mercado un día con otras formas. En cualquier caso, imaginación al poder.