Las ancas de rana han sido consideradas como un manjar durante mucho tiempo, las dos patas traseras de las ranas-que son las que se comen-son de una gran carnosidad y su sabor entre carne y pescado unido a su ternura han hecho de este alimento un plato muy típico sobre todo en zonas del interior. Actualmente se pueden adquirir congeladas y su elaboración va desde rebozadas hasta en salsa, destacando en España su receta a la leonesa de la zona de La Bañeza. Francia y Estados Unidos son los dos mayores importadores de estos anfibios, que también se consumen en grandes cantidades en varias naciones asiáticas. La ranicultura es el arte de cultivar o criar las ranas, es un negocio en alza pues países como Francia, Estados Unidos, Bélgica, Alemania, España, Italia, Suiza, Canadá, Japón y Holanda, generan una demanda de 10.000 toneladas al año. El mayor exportador de ranas es Indonesia, con 5.000 toneladas al año.
Los datos no son una buena noticia para los anfibios, ya que un tercio de su población mundial se encuentra en peligro de extinción, fundamentalmente debido a la pérdida de su hábitat natural.
Hoy os comento una receta exótica de la cocina china que tuve ocasión de probar en Hong-Kong que es la siguiente: “Ancas de rana en salsa”, un plato para paladares atrevidos, que gustan de los nuevos sabores y texturas.
Ingredientes para 4 personas:
12 pares de ancas
2 pimientos verdes
2 dientes de ajo
1 pimiento picante
un poco de jenjibre
1 manojo de brotes de soja
1 cucharada pequeña de harina o fécula de arroz
aceite para freír
Para la salsa:
2 cucharaditas de azúcar
4 cucharditas de salsa de soja
1 cm de glutamato-es el sazonador de Oriente-
unas gotas de aceite de sésamo
2 cucharadas de vino de arroz o Jerez
Pasos a seguir:
Freír en el wok, fríe las ancas durante 3 minutos y reservar en un plato con papel absorbente.
Poner en el wok un poco de aceite y saltea la guindilla o el pimiento picante en tiras, los ajos, el jenjibre y los brotes de soja hasta que estén tiernos.
Incorpora las ancas al wok, añade los ingredientes de la salsa excepto el vino y el aceite de sésamo. Cuece durante 2 minutos más y añade una mezcla de harina y agua-bien diluida-, el aceite de sésamo y el vino. Cuece hasta que se forme una salsa espesa, retira del fuego y corrige el sabor con el glutamato de monosodio.
¡Qué aproveche!