… La gala de presentación de los Juegos Olímpicos de París ha sido decepcionante, o mejor dicho, ha sido una burla afrancesada con tintes de oscuros tiempos de aquel terror revolucionario (cortacabezas) del ínclito Robespierre y compañía. Han pretendido mostrarnos el supuesto “glamour francaise” y ha resultado todo un bochornoso bodrio de penosa vergüenza ajena. […]