Alex Txikon, el austriaco Gerfried Göschl y el canadiense Louis Rousseau intentarán abrir una nueva vía en su objetivo de lograr la primera ascensión invernal al Gasherbrum I o Hidden Peak (8.080 m.). La ruta discurre por el centro de la cara sur de la montaña, hasta la arista del Hidden Sud (7.069 m), cumbre subsidiaria del G-I. Desde allí cruzarán un amplio plateau a casi siete mil metros antes de afrontar el tramo final de la ascensión por la arista sureste hasta la cumbre principal.
Las principales dificultades técnicas de la nueva ruta se encuentran en su primer tramo, hasta la arista del Hidden Sud, donde deberán afrontar un pared virgen de casi dos mil metros de terreno mixto (hielo y roca) con desniveles de hasta 70º. A partir de ahí continuarán por un camino ya recorrido en 1980 por los franceses Maurice Barrard y Georges Narbaud, por la arista sureste hasta la cima.
La apertura de una nueva vía era una opción que Txikon, Göschl y Rousseau barajaban desde que se plantearon esta expedición, aunque han esperado a ver las condiciones de la pared para tomar la decisión definitiva. En verano, esta ruta se ve barrida diariamente por varias avalanchas, pero en esta época invernal no sucede lo mismo. La menor cantidad de nieve acumulada y el frío le otorgan una estabilidad que permiten afrontar la escalada con unas condiciones de seguridad suficientes.
Según Alex Txikon, una de las razones principales para optar por esta nueva ruta es precisamente la seguridad. “El glaciar que hay que cruzar para llegar al campo 1 de la ruta normal es peligrosísimo en esta época, como nos han confirmado Simone Moro y Denis Urubko [la proximidad entre el G-I y el G-II hace que compartan el campo 1] y por esta ruta lo evitamos”, explica Alex. Además, el alpinista vizcaíno no niega el aliciente que supone intentar abrir una nueva vía y en está época invernal. “Supone una motivación añadida que nos hace mucha ilusión a todos”, añade.
En cuanto al estilo que utilizarán los tres alpinistas, que escalarán sin la ayuda de porteadores ni, por supuesto, oxígeno artificial, su plan es realizar una ascensión ligera, aunque no puramente alpina. “Las condiciones meteorológicas y el frío creo que hacen muy difícil un ataque en estilo alpino desde el campo base. Creo que seguiremos una táctica muy similar a la utilizada por el equipo de Simone Moro en el G-II. Probablemente equiparemos la montaña hasta la arista del Hidden Sud, que es el tramo más complicado técnicamente y una vez allí decidiremos si podemos hace el ataque final en alpino”, detalla Txikon.
En esta foto tomada desde el campo base se puede ver la línea que los alpinistas quieren seguir por el triángulo rocoso que hay en el centro de la cara sur. La ruta está marcada con puntos amarillos, y los rojos indican los lugares previstos para situar los campamentos de altura. A la izquierda está la cima del G-I (8.080 m) y a la derecha, culminando la pared sur, el Hidden Sud (7.069 m).