Llega la hora de la verdad para la expedición de Edurne Pasaban. Y contra lo que pudiese parecer, en el Annapurna ese momento no es el del ataque a cumbre. Para nada. En la ‘Diosa de la Abundancia’, la fase decisiva supone atravesar el tramo de la ruta que discurre entre los campo 2 (5.600 m.) y 3 (6.500 m.). Esa zona donde la montaña tiene la costumbre de «caerse a cachos», como explica gráficamente la alpinista tolosarra en su blog.
El plan previsto es meterse durante los tres próximos días en la montaña con el único objetivo de alcanzar la ubicación del tercer campamento de altura. Hoy ascenderán directamente hasta el C-2 (el C-1 queda ya sólo como depósito de material), donde pasarán la primer noche. Mañana, el objetivo es subir con casi mil metros de cuerda hasta la base de la pared que da acceso al C-3 y, si es posible darle un primer tiento antes de volver a dormir al C-2. El viernes intentarían completar la colocación de las cuerdas fijas hasta los 6.500 metros del C-3.
Así, sobre el papel, la labor no parece especialmente difícil. El problema es que una vez situados en la base de la pared, deben de encontrar el camino más adecuado en un glaciar colgante quebrado y más amenazante que nunca por el calor que está haciendo. Por si fuera poco, todo este trabajo deben realizarlo con la amenaza permanente de que se les caiga encima el gran serac que domina esta vertiente del Annapurna, una masa de hielo inestable «de unos 150 metros de alto y quinientos de largo», según explica Alex Txikon.
Éste es el lugar donde en 2007 Edurne se dio la vuelta después de estar dos días buscando el camino adecuado sin encontrarlo y soportando continuos aludes a su alrededor. «Es un tramo que pone a prueba los nervios de cualquiera», explica la tolosarra. «Cada vez que se oye crujir al glaciar contenemos la respiración», añade.
La alternativa de abrir una variante a la ruta por un espolón que hay a la izquierda del glaciar no está totalmente descartada, pero es bastante remota. «El problema es que la mayoría de lo que hemos traído es para nieve y andamos un poco justos de material para roca», afirma Txikon. «De todas formas, la decisión definitiva no la tomaremos hasta que estemos bajo la pared y veamos como se encuentra», aclara el alpinista vizcaíno.
Mientras tanto, Oh Eun-Sun sigue mirando de reojo a la alpinista vasca. Y la conclusión es que no parece gustarle demasiado el fuerte ritmo que llega la expedición de ‘Al Filo de los Imposible’ a la vista de su reciente cambio de planes. La coreana, que durante la semana pasada ha estado aclimatando en Tharpu Chuli, una zona cercana al Annapurna donde ha ascendido el Tent Peak (5.663 m.), tenía previsto llegar al campo base de su último ‘ochomil’ justo después de Semana Santa.
Sin embargo, ha decidido adelantarlo todo y ya se encuentra en Tatopani, el último gran pueblo antes del Annapurna y desde donde Edurne Pasaban y compañía volaron en helicóptero al CB. Su intención es partir cuando antes para el campo base, a donde podrían llegar el fin de semana. Y como muestra de lo que esta alpinista está suponiendo para su país, con ella viaja un equipo de 15 personas de la televisión coreana KBS dispuesto a retransmitir el momento en el que su compatriota se convierta en la primera mujer que escala los 14 ’ochomiles’.