No os asustéis, no se trata de ningún cataclismo ni desastre natural en el territorio vecino. Me refiero a la nueva edición del Catálogo de Cima de Euskal Herria , la verdadera biblia de los montañeros vascos. La edita la Federación Vasca de montaña y en ella se recogen todos los montes incluidos en el legendario Concurso de los Cien Montes.
Y es que en su última edición, publicada el año pasado, se ha suprimido un monte de la lista de Gipuzkoa, que pasa ahora a tener 111 cumbres puntuables. Se trata de Txaradigorri. De todas formas, los que la hayan subido o piensen hacerlo pueden estar tranquilos. Esta cumbre fronteriza con Navarra no pierde su condición de ‘centenaria’ ya que lo sigue siendo en la lista de la comunidad foral.
En realidad, esta supresión corrige un error que se ha prolongado durante más de cincuenta años, desde que fue incluido en la edición de 1956 del Catálogo de Cimas vascas, y se le ubicó justo en la muga entre Gipuzkoa y Navarra. Sin embargo, la mayor precisión que la cartografía ha ido adquiriendo con el paso de los años ha terminado por evidenciar que “aunque está cerca de la muga, la cima no alcanza a tocar Gipuzkoa y, por tanto, se ha quitado del listado correspondiente”, según explica en el anexo final del Catálogo, Patxi Galé, que vuelve a ser el responsable del exhaustivo y riguroso trabajo toponímico que ofrece el Catálogo realizado con el visto bueno de la Comisión de Onomástica de Euskaltzaindia.
Esta es la novedad más importante de la última edición del listado, que por lo demás se centra fundamentalmente en realizar prequeñas correcciones y actualizaciones toponímicas en los nombres de las montañas, principalmente en las de Gipuzkoa (10) e Iparralde (16). Por su cercanía a Bizkaia (figuran en la lista de montes puntuables anexos a este territorio) merece la pena destacar las pequeñas modificaciones realizadas en dos montes de Burgos: Inmunia pasa a denominarse La Inmunia/La Rasa, ya que es conocido por los dos nombres, mientras que Matas del Pardo (como figuraba desde las últimas ediciones), vuelve a ser llamado Motas del Pardo, “recuperando la forma que antaño figuraba en el Catálogo, pues los habitantes de la zona lo utilizan de ese modo”, según explica el autor.