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Anje Ribera

Música callada

Lorenzo Santamaría – Para que no me olvides

Nunca hay que olvidar a las personas que amas, aunque a veces se nos olvida que jamás deberíamos olvidarlas. Pero para sacarnos de nuestro error reaparece cada cierto tiempo Lorenzo Santamaría con su ‘Para que no me olvides’, canción romántica a más no poder publicada en 1976 –hace por tanto casi cuatro décadas–, pero que se ha convertido en un clásico inolvidable del pop hispano. De hecho, será el estandarte de una gira recopilatoria de sus mejores composiciones que el cantante protagoniza por estas fechas en Latinoamérica.

Hablamos de un tema que insistentemente piden al veterano cantante mallorquín en todos sus conciertos. ‘Para que no me olvides’ fue, junto a ‘Si tú fueras mi mujer’, la composición que le dio gran fama y éxito como baladista. Este single marcó un antes y un después en la carrera del intérprete. Su repercusión fue tal –con el ineludible número uno del momento– que pocos serán los amantes de la música de mediana edad que no la conozcan.

Fueron también muchos los que se enamoraron con el disco. Porque este bolero hecho balada ha provocado muchos estremecimientos en parejas y propiciado despliegues de arrumacos. Por ello, esta canción siempre ha formado parte de los repertorios de las numerosas orquestas que durante los estíos han recorrido la geografía festiva española. Cuando se pedía una lenta, seguro que una de las candidatas era ‘Para que no me olvides’. También era una de las canciones que se pedían a las radios para dedicársela a una novia que habíamos perdido esos veranos.

Sin embargo, resultó una obra de lenta repercusión. Según comentó recientemente Santamaría, ‘Para que no me olvides’ llevaba grabada casi una año sin que ocurriera nada, hasta que, de pronto, se dispararon las ventas sin ninguna explicación empírica. La verdad es que, como también señaló el artista balear, «por entonces todo era mucho, mucho más lento que ahora».

‘Para que no me olvides’ triunfó por su melodía de acordes mediterráneos y por el uso de la marimba y la armónica en la instrumentación, pero sobre todo por su preciosa letra, alabada a lo largo de su historia musical. Sublime composición poética que describe una amor imperturbable, tanto por el tiempo como por el desgaste. Homenajea al que sufre por amor, al que sufre por la amada o el amado, alerta sobre la injusticia del olvido…

http://youtu.be/hIIP0DN9V_k

Para que no me olvides
y me recuerdes cuando estés lejos
han sido mis caricias
nuestros abrazos nuestros besos

Para que no me olvides
y este presente en todos tus sueños
te he dado mi cariño
que es lo mas caro y mejor que tengo

Para que no me olvides
ni siquiera un momento
y sigamos unidos los dos
gracias a los recuerdos

Para que no me olvides
ni siquiera un momento
y sigamos unidos los dos
para que no me olvides

Para que no me olvides
y me dediques un pensamiento
te llegaran mis cartas
que cada día dirán te quiero

Para que no me olvides
y nuestro amor llegue a ser eterno
romperé las distancias y detendré para siempre el tiempo

Para que no me olvides
ni siquiera un momento
y sigamos unidos los dos
gracias a los recuerdos

Para que no me olvides
ni siquiera un momento
y sigamos unidos los dos
para que no me olvides

Para que no me olvides
ni siquiera un momento
y sigamos unidos los dos

VERSIONES

Casi quince años más tarde del original, ‘Para que no me olvides’ fue grabada por DYANGO y el mexicano MIJARES.

El también azteca FREDI, de ‘La academia 2’, cantó el tema el pasado año.

El maestro ANTONIO AGUILAR la interpretó en clave mariachi.

La agrupación musical del género sierreño LOS CICLONES DEL ARROYO también hizo que esta canción formara parte de su repertorio.

WILFREDO VARGAS no ofreció su visión merengue.

LORENZO SANTAMARÍA, que eligió su nombre artístico como homenaje a su localidad natal, ha sido, es y será un especialista en derretir corazones con sus baladas. Llorenç Roselló Horrach, como fue bautizado, tuvo su momento de mayor esplendor en los setenta del pasado siglo, pero ha sabido alargar su carrera hasta la actualidad, cuando rememora viejos temas para veteranos aficionados al pop más sentimental.

Paradójicamente sus primeros pasos musicales los dio en el rock, influenciado por los numerosos artistas que durante los sesenta visitaron Palma de Mallorca. Por ello, inicialmente en 1966 formó parte del grupo Z-66, que fue muy popular en aquella época con versiones de Elvis Presley o Chuck Berry y que compartió tablas incluso con Jimi Hendrix y Wilson Pickett.

Fue en 1971 cuando el balear comenzó a cantar como solista, cambiando totalmente de estilo. Alternando los escenarios con trabajos como presentador de televisión o actor romántico, tuvo su primera repercusión discográfica con ‘Canto al amor’, una adaptación de la Sinfonía número 8 de Franz Schubert. Luego llegó ‘Rosie’. Pero el éxito de masas tardó seis años en producirse. Lo hizo con dos números uno: ‘Para que no me olvides’ y ‘Si tú fueras mi mujer’.

Sin embargo, en 1978 hizo un nuevo guiño al rock con el disco ‘Quise ser una estrella del rock & roll’, que fracasó porque tanto el público como su discográfica le habían encasillado ya como baladista. En 1980 Lorenzo Santamaría volvió al romanticismo con ‘Bailemos’, pero con la nueva década su éxito se fue reduciendo. Por ello, probó grabando en catalán, un idioma que, lógicamente, redujo la repercusión de su obra.

Desde entonces ha sabido sobrevivir con dignidad. Con pocas, pero selectas, producciones llenas de recuerdos y vivencias, y que todavía evidencian su estilo personal y su voz.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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