Era lo que todos esperábamos, pero los datos de ventas de consolas de 2008 no dejan lugar a la duda. La Wiisigue reinando en Europa y ni las constantes bajadas de precios de sus principales competidores han podido con ella. Y eso que ahora mismo la versión básica de la Xbox 360 cuesta menos que la consola de Nintendo. Pues ni por esas. De hecho, la multinacional nipona vendió el año pasado más unidades que sus rivales desde que fueran lanzadas al mercado llegando a los 8 millones. Unas cifras brutales que demuestran que algo está cambiando en la industria del ocio electrónico. Hay que reconocer el éxito de una nueva forma de ver los videojuegos que ha despertado el interés de aquellas personas que nunca antes habían jugado con ellos. Ahora, los llamados ‘jugadores casuales’ se lo pasan en grande wiimote en mano jugando con sus familiares y amigos.
Por eso, no es casual que la que fue primera abanderada de esta nueva filosofía, la DS, sea la consola más vendida del año pasado con 11 millones de unidades en toda Europa. Una cifra que contrasta con los “humildes” datos de su gran competidor en este segmento, la PSP. Y eso pese a que la portátil de Sony es, tecnológicamente hablando, muy superior a la de Nintendo si exceptuamos la genialidad que supone la inclusión de la pantalla táctil. No importa. Los usuarios siguen “enganchados” a la maquinita y muchos de ellos esperan la llegada al viejo continente de su nueva versión, más multimedia que nunca, que ya ha arrasado en Japón. Sólo hay que viajar en los medios de transporte público para ver a un montón de gente con la portátil de la multinacional nipona en las manos.
Después de estos datos, sería una arrogancia por mi parte criticar la estrategia empresarial de Nintendo, aunque no es oro todo lo que reluce. Me explico. A estas alturas de la película, todo adicto a los videojuegos sabe que la Wiino sacia la sed de emociones fuertes basadas en gráficos de alta resolución y acción a mansalva. De hecho, el catálogo para esta plataforma no ha podido ser más descorazonador en los géneros más movidos. Al final, la multinacional nipona ha tirado de nuevas ediciones de títulos clásicos como Mario Kart para seguir en el candelero, mientras que las ‘thirds partys’ siguen sin cogerle el truco al wiimote hasta tal punto de diseñarse un adaptador para mejorar su precisión en los juegos de alto voltaje. Lo que está claro que muchos usuarios de esta consola querrán en un momento dado una mayor complejidad jugable. Y entonces puede que sólo piensen en Microsoft y Sony para futuras compras.
