>

Blogs

Evadidos

Heino y el rock «ridículo»

 

Heino es todo un personaje, de eso no hay duda. Pero, aun con ese punto de partida indiscutible, resulta bastante difícil entender su éxito a menos que uno haya nacido en Alemania hace más de cincuenta o sesenta años. En su país es tremendamente popular –de hecho, según las encuestas, lo conoce más gente que a la propia Angela Merkel–, pero seguro que algunos de ustedes están preguntándose ahora mismo de quién diablos hablamos. Pues bien, Heinz Georg Kramm es un señor de 74 años que, a lo largo de su carrera de más de medio siglo, ha hecho famosa una imagen inexpresiva e inescrutable, a medio camino entre el robot y el muñeco de cera: con su cabello rubísimo, su piel pálida y sus eternas gafas oscuras (las lleva siempre porque padece la enfermedad de Graves, que le inflama los ojos), Heino se ha convertido en un icono de la Alemania más cuadriculada y cerrada en sí misma. Es uno de los reyes del Schlager, un género de música en alemán a medio camino entre el folk y el pop, propicio a las palmas y los coros, tradicional en sus planteamientos y, seamos sinceros, absolutamente insoportable para cualquier extranjero más o menos normal. Su mayor éxito en Spotify, para que se hagan una idea, se titula Azul florece la genciana. Para colmo, el hombre es sospechoso de un ultraderechismo que, en Alemania, ya saben hacia dónde suele conducir: hace poco le preguntaron por su estado de salud y respondió con una frase más o menos textual de un discurso de Hitler.

Todos pensaban que Heino se había retirado, pero acaba de protagonizar un retorno espectacular y bastante estrafalario. Su nuevo álbum se titula Mit freundlichen Grüssen y consiste en versiones de rock y hip hop alemán, con canciones de Rammstein, Nena, Oomph! o Die Ärtze. Para promocionarlo, Heino se ha puesto los vaqueros y la chupa de cuero y se ha paseado en el Heinomóvil, una limusina Mercedes decorada con su nuevo logo: una calavera con pelo rubio y gafas. Algunos se han atrevido a compararlo con el Johnny Cash anciano y sabio, pero más bien es su reverso, una cosa grotesca y autoparódica que… ha obtenido un éxito arrollador, con récord de descargas de pago. El disco ha servido para demostrar la visceral división que sigue provocando Heino en la sociedad alemana. El periódico Bild recogió la opinión de un portavoz del entorno de Rammstein sobre la versión que ha perpetrado Heino: «Nos hace vomitar». Y el mánager de Die Ärtze se ha pronunciado en los siguientes términos: «Por desgracia, en tanto este idiota no cambie de forma descarada la canción, no puedo hacer nada para evitarlo». Claro que el propio Heino no se ha quedado atrás en eso de hablar sin rodeos: «Este material que he versionado –ha dicho al Süddeutsche Zeitung– tiene un rango de quizá media octava. Desde el punto de vista musical, es totalmente ridículo». Y ha asegurado que no tiene ninguna intención de cantarlo jamás en directo.

Escuchen aquí abajo lo que ha hecho con el Sonne de Rammstein. Les diré que a mí, libre de las connotaciones que tiene el sujeto en Alemania, no me disgusta nada cómo le ha quedado.

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


febrero 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728