El mejor día era ayer pero también hoy es posible ver Mercurio y Marte muy cercanos en el cielo. Desde el hemisferio Norte. Desde el Sur imposible, debido a la inclinación que tiene en esta época la eclíptica. A la puesta de Sol, cuando esté oscureciendo, hay que mirar hacia el horizonte oeste, que conviene que sea lo más plano posible. Veremos un astro bastante brillante. Es Mercurio. Debajo, mucho menos brillante, tenemos a Marte. Muy débil, por su lejanía.
Hace un par de semanas me hicieron una extensa entrevista para GARA. Me hizo gracia leer, en el borrador de entrevista, que el periodista subrayaba la cantidad de veces que hablaba del cielo de Zamora a lo largo de ella. Ayer comprobé por qué. Tras mes y medio bajo las nubes, lluvia y contaminación lumínica, ayer regresaba a Zamora a pasar unos pocos días. En la tradicional parada del viaje, en El Burgo Ranero, me llamó la atención un astro brillante cerca del horizonte. Era Mercurio, inconfundible. Pero había otro pequeño astro muy, muy cerca. “Es raro. Lo tengo que mirar en Stellarium”, pensé.
No ha hecho falta. Me bastó entrar en AstroBob, como hago a diario, para encontrarme esto.
Vivimos en las burbujas que son nuestras cuidades. Que pena haber perdido el contacto con la naturaleza.