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Íñigo Domínguez

Íñigo Domínguez

Vetrina in allestimento

Se preguntarán qué rayos quiere decir ese título tan raro, pero ahora se lo explico, justo después de saludar a todo el mundo después de las vacaciones. ‘Vetrina in allestimento’ es un cartel muy curioso que se ve en casi todos los escaparates de Roma. Quiere decir, según mi tosca traducción, algo así como ‘Escaparate en instalación’. Con este sentido parece de naturaleza transitoria, deducción que se sustenta también en el aparente descuido de lo que se exhibe. Miren aquí al lado esa foto de un bar de Trastevere que veo así desde hace años. Entrañable. A lo mejor es un poema surrealista.

Cuando uno lo ve las primeras veces piensa que ha pillado la tienda justo en medio de un cambio de escaparate, pero después de comprobar que no cambia durante meses, e incluso años, se da cuenta de que ahí no está ocurriendo nada, ni nadie tiene intención de que ocurra jamás. Lo interesante es ¿por qué poner entonces el cartel? Es aquí donde nos empezamos a divertir. Como se imaginarán, porque se me ve venir a la legua, nos encontramos ante una útil metáfora de Italia.

Está claro que el cartel sólo engaña una vez, la primera. Es decir, está pensado para el que pasa por ahí delante completamente desavisado. ¿Y los demás? Lo que ocurre es que una vez que uno descubre el truco se convierte en uno más que conoce el secreto y participa de él. Y ya le da igual, incluso deja de fijarse. Porque la única utilidad del cartel es guardar las apariencias de puertas afuera, hacer creer que ese escaparate de aspecto provisional, con cuatro cosas mal puestas, es sólo un paréntesis de la realidad. Cuando resulta que es la realidad y es permanente. Bien mirado, es una especie de pudor por las formas que tiene gracia. Aunque también es una forma de burlar la obligación de poner los precios.

En fin, todo esto es para decir que he regresado a Italia después de un par de meses y me la encuentro como un escaparate en instalación. Parece que está pasando algo, pero no ocurre nada, salvo las mismas cosas de siempre. Vean si no.

-Resulta que el país está paralizado políticamente, por la ruptura de Fini, y la única duda es cuándo serán las elecciones anticipadas. Pero es que ya rompieron públicamente hace cinco meses, dándose voces en público, y estamos así desde entonces. También hace más de un año que la prensa de Berlusconi le saca a Fini los trapos sucios y ahora le ha encontrado un piso en Montecarlo del partido adjuidcado al hermano de su mujer. Habrá elecciones y aquí nadie tiene ni idea de lo que va a pasar. Se avecinan meses interesantes. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, lo explicó con resignación, aunque quizá sin ser consciente del todo de su lucidez. Le preguntaron cómo veía la situación política: “No se puede hacer otra cosa que leer lo que se dice, los tres mil interrogantes que en un cierto momento se disolverán, intentando no confundirse demasiado las ideas cotidianamente». Tres mil interrogantes, ni uno menos.

-Entretanto el gran caso de corrupción de la Protección Civil y los contratos de grandes obras se llevó por delante al ministro de Desarrollo Económico, el inefable Claudio Scajola, que a este paso hará un récord, porque ya ha dimitido dos veces como ministro. Si todo es empezar, aunque no lo hizo por ponerse una línea de Alitalia a su pueblo que no usaba nadie. Le acusan de que la red de chorizos le pagó un piso de 900.000 euros con vistas al Coliseo. Pero no hay que preocuparse, el ministerio de Desarrollo Económico es a todas luces muy de tercera fila en un país como Italia, que está que se sale y le sobra el dinero. Por eso todavía no ha sido sustituido y la plaza lleva cuatro meses vacía.

-Berlusconi ha intentado aprovechar la modorra del verano para aprobar una de esas ingeniosas leyes que le permiten burlar sus procesos pendientes -aunque signifique anular otros miles- con la maravillosa idea del ‘proceso breve’. A saber, si un juicio no se celebra en un tiempo determinado y razonable, queda anulado. Como los tiempos de la Justicia en Italia son indeterminados e irracionales es como cerrar los tribunales. No hay que molestarse en cronometrar, pueden echar la persiana mañana mismo. Al final, parece que se ha rajado. Desalienta que el mismo proceso de intentar aprobar el proceso breve haya sido de casi un año, para luego quedarse en nada.

-Luego me lo encuentro haciendo genuflexiones a Gadafi. No es para menos, porque mandan los negocios. El coronel tuvo una iniciativa rarísima: reunir a 400 tías buenas, pagadas a 70 euros la sesión, para echarles una charleta y convertirlas al islam. ¿De dónde sacará esas ideas? ¿Quién se cree que es, un millonario primer ministro con una villa en Cerdeña? Pero al menos no tuvieron que tragarse un vídeo promocional, canciones ni chistes.

-Por cierto, Noemi Letizia prosigue imparable su carrera fulgurante hacia el estrellato. Presenta esta semana en Gallinaro, 1.230 habitantes, provincia de Frosinone, bajo Lazio, un concurso de belleza local junto a Antonio Zequila, a quien sólo los iniciados en el sotobosque más cutre conocerán, pero a los demás les bastará con ver la foto. El comunicado de prensa del certamen define a Noemi como “joven y prometedora”, ambas cosas absolutamente ciertas. Berlusconi la conoció siendo menor y no deja de apuntar maneras. Por cierto que en Gallinaro se apareció el Niño Jesús en 1947, no es cualquier sitio.

Pero pasemos ya al terreno de lo estrictamente cotidiano con cositas de los últimos días:

-A Roberto Saviano, el escritor amenazado por la Camorra, le dejan veinte urracas muertas y congeladas en la playa, puestas en una larga fila a 30 metros una de la otra, cerca de una casa donde se hospedaba.

-Universidad. Se están celebrando los exámenes de ingreso a las distintas facultades y la prioridad, obviamente, es el control de las chuletas e ingeniosos métodos para copiar. En la universidad de Bari (sur) se han gastado 300.000 euros en sistemas de seguridad, con detectores de metales e inhibidores de frecuencias. En Nápoles (sur) no se puede llevar ni el boli de casa. Una exageración, pensarán algunos, pero es que cada año, a los dos minutos de dar las preguntas ya están las respuestas en Internet. En selectividad es igual. El verdadero desafío a continuación es intentar comunicar con el interior de las aulas. Es así como se llega a situaciones de James Bond. El sábado en Nápoles, durante los exámenes de ingreso a odontología, los Carabinieri descubrieron una furgoneta sospechosa en un aparcamiento cercano. Era tipo ‘Equipo A’ y tenía un montón de antenas. Dentro estaba un señor que con un sofisticado sistema de radio transmitía las respuestas a su hijo, que las recibía con un reloj-transmisor.

-Educación: En el instituto de formación profesional Bertarelli de Milán (norte), el director ha pedido a los alumnos que se traigan sillas de casas si les sobran, porque faltan al menos cien. Pasa cada año, porque el primer y único suministro de mobiliario del centro fue el año de la inauguración, en 1965. Anteayer un informe de la OCSE colocaba a Italia como el país de esta organización que menos invertía en educación, sólo superado por Eslovaquia.

-Arte. Inaugurado a finales de mayo el flamante museo MAXXI de arte contemporáneo de Roma (centro), a los dos meses ya han robado una obra de Luigi Moretti, una estatuilla de la muestra ‘Del racionalismo al informal’.

-Cultura. Memorable intervención del presentador en la entrega de los prestigiosos premios de literatura Campiello. Era Bruno Vespa, inefable personaje de la RAI berlusconiana que pueden ver en la foto con la mirada perdida. Va y dice: «Entregamos ahora el premio a la opera prima a Silvia Avallone y ruego al realizador que enfoque su estrepitoso escote». Risas.

-Sanidad. Esto ha tenido bastante repercusión y a lo mejor ya lo saben. En una sala de parto del Policlinico de Messina (sur) dos ginecólogos se ponen a discutir sobre quién se encarga de la intervención, y que si hacen la cesárea o no, y dejan a la madre ahí colgada durante hora y media. El parto se complicó, el niño tuvo dos paradas cardiacas y a la mujer, de 30 años, le tuvieron que extirpar el útero. A los pocos días fueron los Carabinieri a inspeccionar aquello y encontraron un panorama «que constituye un peligro para la salud de los enfermos y del personal». A saber, fármacos caducados desde hace dos años, cascotes y porquería en los quirófanos, goteras y pérdidas de agua y… un esqueleto de murciélago. En los pasillos, acumulación de basura, trastos olvidados y residuos peligrosos, como mercurio. La madre fue dada de alta el lunes, después de doce días. El niño sigue en terapia intensiva con lesiones cerebrales.

-Más sanidad. En Cecina, Livorno (norte), un anciano cardiopático de 79 años esperaba desde hace meses para hacerse una TAC. Lo que no sabía es que también se iban a olvidar de él ¡durante la propia TAC! El otro día le dieron la cita, lo pusieron en el aparato y se largaron. Estuvo allí metido hora y media, hasta que entró la mujer extrañada a buscarle.

-Pensiones. Un señor de 43 años de Catania (sur) ha tenido congelada a su tía en una cámara frigorífica durante casi un año para poder seguir cobrando su pensión de 2.000 euros, pues era viuda de general. Desde octubre, cuando murió con 95 años, simulaba que iba a visitarla hasta dos veces a la semana para no despertar sospechas en los vecinos. Estaba media hora y luego bajaba. Aún así los vecinos se extrañaron de no ver a la buena señora y llamaron a la Policía.

-Más pensiones. Una profesora de Taranto se ha jubilado con 61 años y todavía tenía un contrato temporal. Se habló de récord, pero en Nápoles (sur) leyó la noticia un arquitecto y docente de diseño e historia del arte de 68 años que está igual. Toda la vida con contratos temporales. Empezó en 1977 y cobra 700 euros al mes. Sigue trabajando porque la pensión será todavía peor, pero el año que viene ya se verá obligado por ley.

-Políticos. El presidente del Gobierno regional de Friuli Venezia Giulia (norte), Edouard Ballaman, de la Liga Norte, es investigado por el tribunal de cuentas por el uso desmelenado de su coche oficial para asuntos privados. En la prensa han salido más de 70 viajecitos para ir a la playa, a buscar a la familia de la mujer al aeropuerto, de ella misma que iba al dentista, y para comer en casa de los suegros o acercarse al estadio a ver el partido Tibet-Padania. Hasta lo usó para ir y venir del aeropuerto en el viaje de bodas. Ahí lo tienen en la imagen tan contento con su bólido. No es para menos.

Ballaman es un tipo curioso. Va a la oficina con una pistola Magnum 356 en el sobaco, aunque ha explicado que no la lleva al parlamento. Pero claro, con ese nombre, Ballaman… Estos de la Liga son unos duros. En abril, quizá temiendo que había exagerado con el coche y a lo mejor algo salía a la luz, anunció que renunciaba a él. Pareció muy bien, pero le pillaron enseguida en los periódicos: de este modo además del sueldo de 16.500 euros brutos mensuales, trincaba 3.200 más al mes de gastos de desplazamiento. Ballaman fue famoso en el pasado por otra idea muy ingeniosa. Para burlar la ley que prohíbe contratar parientes se puso de acuerdo con el subsecretario de Interior, Maurizio Balocchi: contrató a su novia y Balocchi a la suya.

Para la Liga Norte es un duro golpe. Imaginen que este partido tan pegado al pueblo padano que gritaba ‘Roma ladrona’ y odia a esos paletos del sur hizo de la lucha contra los coches oficiales una de sus banderas. En 1993 hasta presentaron un proyecto de ley para abolir los Mercedes y BMW y sustituirlos por Pandas, Cinquecento, Renault 4 y Fiat Uno.

-Más coches y políticos. En el ayuntamiento de Sanremo (norte) se han puesto a mirar las cuentas por la crisis y han descubierto que uno de cada dos empleados tenía un coche público, un total de 243 vehículos. Pero es que noventa no han aparecido por ningún lado. No existen, pero se sigue pagando regularmente el seguro, la manutención y la gasolina. También hay camiones aparcados desde hace años pero que teóricamente recorren miles de kilómetros al mes. Parece que ocurre desde hace veinte años.

-Fútbol. La peor selección italiana de fútbol desde hace décadas afronta como el partido de su vida el primer choque de clasificación de la Eurocopa con Estonia, esa potencia del balompié. Gana de milagro, pero la RAI no deja ver el gol de Cassano porque pone un anuncio de la última película de Silvester Stallone.

Pero… Siempre hay un pero que a mi me equilibra la balanza. El fin de semana pasado la RAI hizo algo maravilloso, esas cosas que sólo se hacen aquí, tirando al casa pro la ventana por la belleza. Retransmitió en directo desde Mantova ‘Rigoletto’, en escenarios naturales, a las horas en que se desarrolla la ópera, con dirección de Marco Bellocchio, Plácido Domingo, Zubin Mehta, fotografía de Storaro,… Fue una sublime conjunción de ópera, televisión, cine y teatro. Vendieron la producción a 148 países. En España creo que lo dió La 2. Mi hijo, de menos de dos años, estuvo viendo el primer acto fascinado comiendo una manzana. Luego siguió con un arroz con salchichas, para que vean que el gusto popular no está reñido con la cultura.

Para terminar con el leitmotiv del escaparate. Miren lo que hicieron el otro día en el estadio de Trieste para arreglar la tristeza de que esté siempre vacío porque no va nadie: público de mentira. Pusieron un decorado y a correr. Era una foto gigante de un Triestina-Juventus de 2006, la última vez que se llenó.


En fin, que aquí estamos otra vez. Bienvenidos todos y que lo pasen bien.

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