Los países nórdicos, tan envidiados por su estado de bienestar y por sus políticas de igualdad (se dice de ellos, con razón, que son el paraíso de la conciliación familiar y laboral y que la educación no es nada sexista) tienen los niveles más altos de violencia de género en Europa. Más de un 40% de las mujeres nórdicas han sido víctimas de la violencia por parte del algún hombre, a pesar de ser estados que han trabajado bien las políticas de igualdad. Prueba de ello es que en Suecia, Noruega y Finlandia, las mujeres ocupan el 44% de los puestos de los consejos de administración, según datos de Naciones Unidas.
Curioso o, cuanto menos, poco conocido, es también que Finlandia ocupa el tercer país a nivel mundial en pertenencia de armas en las casas.
Y para quien haya leído de Stieg Larsson ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’ (traducción al español de ‘Män som hatar kvinnor’, literalmente ‘Los hombres que odian a las mujeres), el primero de su ‘Trilogía de Milenio’ y convertido en un best seller póstumo en Europa en 2004, no debería resultar llamativo descubrir algunos datos de Suecia, puesto que vienen en el libro, como que:
– El 13% de las mujeres han sido víctimas de una violencia sexual extrema fuera del ámbito de sus relaciones sexuales.
– El 46% de las mujeres han sufrido violencia por parte de algún hombre.
– El 18% de las mujeres han sido amenazadas en alguna ocasión por un hombre.
– El 92% de las mujeres que han sufrido abusos sexuales en la última agresión no lo han denunciado a la policía.
Más números. Francia, que supera a España en casos de violencia de género, no ha desarrollado políticas para combatirla, a pesar de que el 16% de los homicidios cometidos en ese país durante el año pasado fueron contra mujeres. Solo un 9% de las agresiones son denunciadas, según el Observatorio Nacional de Delincuencia galo.
Países como Eslovenia, Grecia, Holanda, Hungría, Lituania, Polonia y Rumanía no registran información sobre violencia de género ni en las comisarías, ni en los juzgados. Sin duda, la primera medida es reconocer que existe, pero solo 23 países en el mundo (17 de ellos europeos, cinco americanos y Japón), registran y hacen públicos los datos de mujeres asesinadas por sus parejas.
(Fuente: Ameco Press. La imagen es de Fotolia)