Faltan cinco días para la XIX Hiru Haundiak, con sus cien kilómetros y su paso por los tres grandes referentes de la montaña vasca (Gorbeia, Anboto y Aizkorri), sin duda, la prueba de ultra trail más emblemática de Euskadi. Con la que casi todo montañero vasco suspira. Con la que todo corredor de montaña vasco sueña. El próximo viernes, a estas horas, el modesto y habitualmente tranquilo pueblo de Araia hervirá de actividad. Los 1.700 participantes (y sus acompañantes) habrán tomado las calles ultimando los preparativos: recogida de dorsales, entrega de la bolsa para el avituallamiento de Landa, revisión del material… Los más madrugadores estarán ya en Ondategi (Murgia), donde a las 00.00 se dará la salida, mientras los primeros autobuses llenos de participantes estarán ya saliendo de Araia en dirección Ondategi.
La cuenta atrás ha comenzado. Y desde este blog nos sumamos desde ya mismo a esta fiesta del ultratrail vasco con una serie de crónicas diarias hasta el día de la prueba. en ellas podréis encontrar curiosidades, datos, anécdotas, actualidad y toda la información necesaria para conocer un poco más de cerca esta prueba. Empezamos, como no podía ser de otra forma, por sus orígenes y su historia.
La Hiru Haundiak, mucho más que una carrera
Afirmar que la Hiru Haundiak se hunde en la noche de los tiempos quizá es mucho decir. Pero desde luego no es exagerado asegurar que sus orígenes se remontan bastante tiempo atrás a su primera edición, en 1987. Ese año, el club vitoriano Sociedad Excursionista Manuel Iradier recogió las inquietudes de muchos de sus socios y montañeros en general y decidió organizar una travesía que para entonces se había convertido ya en una especie de mito entre los mendizales vascos: unir de una tacada tres de las cumbres más emblemáticas (si no las más emblemáticas) de la montaña vasca: Gorbeia (1.482 m.), Anboto (1.331) y Aikorri (1.523 m).
El problema es que estas tres montañas no están precisamente cerca entre ellas. El Gorbeia es la muga natural y punto más elevado de Bizkaia y Araba, el Anboto hunde sus peñas en el Duranguesado vizcaíno y el Aizkorri (más exactamente su vecino Aitxuri), se eleva sobre el txorierri guipuzcoano y el la cumbre más elevada de estew territorio. Eso suponía una marcha de cerca de 100 kilómetros lineales salvando un desnivel acumulado de casi 10.000 metros. En los tiempos actuales, en los que las ultras de cien millas surgen casi como champiñones, esas cifras ya no asustan, pero hace tres o cuatro décadas, cuando ver correr a alguien por la montaña era lo más parecido a cruzarse con un marciano y las marchas de montaña (de 40 o 50 kilómetros como mucho) estaban dando sus primeros pasos, plantarse ese reto era toda una gesta y un buen aval para ser tachado de loco. Pese a ello, muchos soñaban ya con ella, algunos la intentaban y muchos menos la terminaban.
Pero volvamos a 1987. Ese año, la Manuel Iradier organiza la prueba. Es la ‘I Marcha de Fondo Hiru Haundiak’. Lo que hasta entonces se realizaba en pequeños grupos cerrados de cuadrillas de montañeros, se abre ahora a todo aquel que se quiera inscribir. El éxito es inmediato. Realizado por patrullas, el 28 de junio, un día especialmente caluroso, según cuentan las crónicas, toman la salida en Murua 203 personas (196 hombres y 7 mujeres). La llegada, tras 85 kilómetros de marcha, se establece en el túnel de San Adrián, a los pies mismos del Aizkorri. Terminan 88 personas, aunque no hay constancia de cuántos hombres y cuántas mujeres. Ni del tiempo del ganador, lo que no es de extrañar, ya que el factor competitivo que hoy tienen cualquier prueba de ultratrail estaba en esos años aún muy lejos de arraigar. Tanto que esa edición inaugural incluyó, de forma novedosas, el establecimiento de tiempos mínimos y máximos en los controles de paso obligatorios, algo que luego se extendería en la denominadas ‘marchas reguladas’, tan extendidas hoy en día entre los clubes de montaña. En cualquier caso, había nacido un evento deportivo codiciado en el ámbito montañero, una especie de mito con el que sueña todo montañero vasco: La Hiru Haundiak (Los Tres Grandes).
La semilla ya está sembrada y desde esa primera edición no hace más que crecer. Durante los siguientes diez años (hasta 1996) se celebra anualmente. Pero ha crecido tanto y su organización requiere tantos recursos que a partir de ese año la Sociedad Excursionista Manuel Iradier decide hacerla bienal. En 2002 también toma otra decisión que se convertiría en otro icono de la prueba. Decide fijar la distancia en 100 kilómetros.
Paralelamente al crecimiento de la prueba, la moda de correr por el monte también ha ido germinando y cada vez son más los montañeros (o corredores de asfalto) que se calzan las zapatillas y se lanzan a la carrera por bosques, senderos, roquedos y cumbres. Así que en las ediciones de 2000, 2002 y 2004 se celebra, junto a la marcha no competitiva, una carrera (en la edición de 2006, la modalidad de carrera se fusionó con la marcha, participando todos por igual, sin tiempos mínimos y manteniendo el máximo de las 24 horas). En la del año 2000 toman la salida 31 corredores (ninguna mujer) de los que finalizan… ¡6! Y para la historia de la Hiru Haundiak queda el nombre de su ‘primer ganador’: el vitoriano Marcelino Serrano Santos, con un tiempo total de 11h.30’54” (para un recorrido total de 92,5 km). Tras él, a menos de cuatro minutos, cruza la meta un guipuzcoano llamado también a hacer historia en la Hiru Haundiak en los años siguientes: Joxelu Albizuri. Este bombero azpeitiarra sería el gran dominador de la prueba durante las cuatro ediciones siguientes (2002, 2004, 2006 y 2008), ganándolas todas de forma incontestable. Y aún en 2010 acabaría también en el podio (3º) en una edición ganada por el también guipuzcoano (Zumaia) Pedro Etxeberria.
En categoría femenina no ha existido una dominadora de la prueba como en hombres. En realidad, en las tres primeras ediciones en la que hubo carrera (2000, 2022 y 2004) ni siquiera hubo inscritas. Así que para la historia de la Hiru Haundiak queda Jaione Sasieta como la primera ganadora de la carrera, en 2006, en una edición que tuvo a 24 finalistas femeninas. Dos años después, la vencedora fue Jone Pelaez, a la cabeza de las 33 finalistas. Y es en las dos últimas ediciones cuando ha aparecido la hegemonía de Oihana Azkorbebeitia, intratable en 20010 y 2012, este último año con récord incluido (13h.37’35”).
Y si hablamos de récord es obligado recordar el triunfo de Iker Karrera en la última edición. El mejor corredor de ultratrail vasco (y uno de los mejores del mundo) realizó hace dos años una auténtica exhibición corriendo más contra el crono que contra sus rivales para pulverizar en más de hora y media el récord de la prueba y dejarlo en 10 horas 23 minutos y 08 segundos, un tiempo que sin duda será referencia durante bastantes años. Y que incluso podría haber mejorado si no llega a ser por una caída que sufrió en el Anboto y algunos problemas con su frontal, como explicó en una entrevista concedida a este blog.