‘It´ s amazing’, repetía machaconamente Steve Jobs durante la presentación del iPad, el nuevo ‘killer’ de Apple. Según Jobs, su nuevo juguete, que para muchos comentaristas no es más -ni menos, habría que añadir- que un iPod Touch ultravitaminado, está destinado a ocupar un nicho de mercado hasta ahora no debidamente cubierto: el comprendido entre los smartphones y los ordenadores portátiles. Para cubrir este ‘agujero’, Apple se propuso mejorar las capacidades de ambos en varios aspectos: navegación, vídeo, música, juegos y e-books.
Como comenté en un post anterior , la cuestión no es la cantidad de iPads que puedan vender -el único éxito de masas de Apple es el iPod-, sino lo que obligarán a hacer la competencia. Por un lado , los netbooks. Estos pequeños ordenadores portátiles están pensados para conectarse a la red, ver películas y escribir. Todo eso -según la keynote de presentación- lo hace el iPad con la ventaja de que dispone de un teclado virtual con el que escribir mensajes o para trabajar con el ‘Pages’ (el Word del Mac. Además, también se le puede conectar un teclado físico); de que se puede poner en vertical u horizontal para ver películas y fotos como a uno le parezca (tiene acceso al iTunes); de que se pueden jugar a videojuegos (Electronic Arts hizo una demostración del Need for speed en el que el iPad servía como volante moviéndolo como el mando de la Wii); conexión wifi en todos los modelos y 3G con un extra; y de que tiene acceso a la infinidad de aplicaciones del Appstore, a las que se habrán de unir las que se desarrollarán específicamente para este gadget. Victoria por K.O.
Por otro, los e-books. La posibilidad de tener cientos de libros al alcance de la mano, de poder subrayar y hacer anotaciones, de comprarlos a un precio reducido… me parece una gran oportunidad para los aficionados a la lectura. Cuando se afirma que son caros, creo que es más por la tendencia de todos los productos electrónicos a bajar de precio que por lo que cuestan ahora (lo realmente caro son los libros de papel ). ¿Es el iPad un e-book? Sí. Es cierto que en la presentación no se hizo mención a la posibilidad de subrayar o hacer notas, pero dado que permite trabajar textos y tiene una gran capacidad táctil, no sería de extrañar que alguna aplicación posterior lo permitiera (imaginemos que pasando el dedo por una parte concreta del texto éste podría quedar subrayado). Más allá de esto, su fuerte estará en su biblioteca, el iBook, que ya ha hecho a Amazon variar el reparto de beneficios entre ellos y los autores.
Pero más importante que todo ello son -creo- las palabras con las que Jobs cerró la keynote. Se trata de “sentir Internet en tus manos”, porque se navega con los dedos y porque la Red será más accesible todavía. Si los smarthphones, netbooks y, en menor medida, los e-books habían hecho cada vez más cotidiana la posibilidad de acceder a la Red, el iPad lleva esta posibilidad más allá. Consigue superar al iPhone -el mejor teléfono para navegar- por su pantalla más grande, y a los netbooks porque uno puede ponerse a navegar en el metro o guardando una cola sin tener que sentarse para poder manejar el ratón o el trackpad. Ésta es, desde mi punto de vista, la clave del iPad: la accesibilidad a Internet en cualquier lugar sin las molestias del teclado de los netbooks y con la ventaja de una pantalla sensiblemente mayor que la de un teléfono móvil.
(Problema: ¿no es demasiado grande para llevarlo en la mano? Sí, pero más lo son los libros de la serie Millenium, Ken Follet o Dan Brown. Las féminas podrían, como hacen con los citados mamotretos, llevarlo en el bolso, mientras los hombres, bien en la mano, bien en algún tipo de maletín o carpeta de trabajo tan habituales hoy en día (si me apuran, podría crearse una especie de bandolera que, dado lo magro del gadget, podría ir por debajo del abrigo o de la chaqueta de invierno. Una nueva moda.Todo es pensarlo.)
En el citado post sobre lo que podría suponer el iPad para los periódicos de papel, supuse que estos podían echarse a temblar si Apple cumplía con lo que los rumores apuntaban. Creo que ha sido así. Este dichoso aparato va a hacer que Internet esté aún más cerca de los usuarios -insisto por él mismo y por lo que necesariamente tendrá que hacer la competencia-. El proceso de digitalización sigue adelante y no veo cómo el papel puede competir con este nuevo soporte.
P.D. Para los medios digitales, este momento es apasionante. Es muy difícil cambiar las inercias de la prensa escrita, pues carga literalmente con una tradición de más de cien años que impide, o casi, todo cambio en su modo de actuación. Al contrario, los medios digitales están buscando su modelo, no hay herencias que respetar y serán exactamente lo que quieran ser.