Tengo revolucionada a mucha gente a mi alrededor por un artículo que publicamos en EL CORREO el pasado sábado. ‘El sexo oral causa el 27% de los cánceres de boca’. No lo decía yo, sino los especialistas de los hospitales de Puerta del Hierro, Ramón y Cajal, La Princesa y Doce de Octubre, todos ellos de Madrid, que participaban esos días en el congreso de la Sociedad Europea de Radiología Terapéutica y Oncología celebrado en Barcelona con un estudio sobre la cuestión. Hacía tiempo que no sentía tanto interés social por una noticia -que era una noticia- con mi firma, lo reconozco. Mis compañeros de trabajo -y cuando escribo en masculino plural, siguiendo las normas de la Real Academia de la Lengua, me refiero tanto a hombres como a mujeres-, a los lectores, amigos, familiares… a todos los que en los últimos días me han dicho, comentado, vacilado y escrito. En fin, que el asunto ha dado para mucha broma, controversia y también preocupación, no nos engañemos. Por otra parte, como era de esperar, claro. Así que me veo en la obligación, permítanme ustedes, de aclarar algunas cuestiones.
Vamos por partes (Como decía Jack, el destripador). El especialista en Medicina Bucal, José Manuel Aguirre, profesor de Patología Oral y Maxilofacial de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco, nos envió una carta, publicada en su integridad en la sección de ‘Cartas al director’ de nuestro periódico, de la que voy a extractar algunos fragmentos. “El cáncer de boca representa en España menos del 4% del total de los cánceres. El País Vasco (en cambio) es una región con una incidencia especialmente elevada (…) En la actualidad, los dos elementos favorecedores fundamentales para este cáncer siguen siendo el consumo de tabaco y el de alcohol. (…) La relación entre el cáncer de la orofaringe y el Virus del Papiloma Humano -VPH (causante de los tumores de garganta inducidos por sexo oral)- se conoce desde hace muchos años, no es algo novedoso. El grupo de la Dra. Gillison de la Universidad de Ohio y otros grupos, llevan mucho tiempo demostrando como algunos cánceres de la parte posterior de la boca (orofaringe) están relacionados con algunos tipos de VPH, no con todos, y que además está relación confiere a estos tumores un pronóstico algo mejor. La infección por VPH se trasmite a través del contacto con una persona infectada. En la boca, el contagio se puede producir por sexo oral, pero incluso realizando besos profundos”.
Y, para concluir, después de esa seria advertencia (¡Jo! ¿Los besos profundos también!), el consejo del especialista: “El sexo oral -señalaba el profesor Aguirre en su escrito- lleva implícito el contacto íntimo de dos mucosas y la posibilidad de transmitir múltiples infecciones, algunas bacterianas, como la sífilis, y otras víricas como el herpes y la del VPH. Por ello, el consejo debe ser la utilización de medidas de protección (preservativo), en cualquier modalidad de sexo y evitar la promiscuidad, que es otro factor favorecedor demostrado”. Así que, efectivamente, puede provocar cáncer de boca, pero los casos son contados.
Uno de mis compañeros me remitió por correo electrónico una noticia, que otro de ellos -divertido- colgó en el tablón de anuncios de la redacción. Se entiende que para compensar el impacto de la información a la que nos referimos; y no era para menos. Decía así: “La mujeres que a menudo tragan el semen de sus parejas tienen un 40% menos de probabilidades de desarrollar un cáncer. Así lo afirman los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, (EEUU), según informa la revista estadounidense ‘Woman'”. Pueden leer la información completa pinchando aquí, pero no merece la pena perder el tiempo. No se lo crean. Es más falsa que los billetes de 600 euros. A nada que se preocupe uno de intentar comprobarla, descubrirá que el estudio no existe, que -para bien o para mal, que yo ahí no me meto- es sólo una broma. (Y por lo tanto, si alguien la utiliza con otros fines, no es nuestra responsabilidad)
Así, que viendo éstas y otras reacciones a la información, decidí consultar a Lurdes Lavado y Mertxe Gil, sexólogas y compañeras de la blogosfera de elcorreo.com, donde publican desde hace varios años la bitácora ‘Esto va de sexo’. Las pasadas navidades, sin ir más lejos, con esto de la crisis, colgaron una entrada titulada ‘Estas navidades regala sexo oral’. “¿Qué os parece el tema que ha salido de este congreso?”, les pregunté. “Además de una alarma exagerada, es poco clara”, me contestaron. “Es decir, ¿hay que tragarse los fluidos para que eso ocurra o basta con chupar los genitales?”. “Lo que nos chirría es que parece, como se decía cuando comenzó la epidemia de sida, que hay grupos de riesgo. Homosexuales y gente promiscua, no hablan de prácticas de riesgo, porque yo puedo estar inmunodeprimida y ser promiscua y chupar con un condón. Me suena a etiquetación de la población, control de la promiscuidad, miedo a lo sexual y represión sexual. Es decir, control y más control. Nosotras vemos que se está dando un retroceso en la libertad sexual”. En definitiva, que sí, que puede provocar cáncer, a veces, en muy pocos casos, pero nuestras sexólogas de referencia aseguran que “el sexo oral es fantástico”. Y no lo digo yo, sino ellas, que son las especialistas.