Ponerse a escuchar la música compuesta por John Barry en 1985 para ‘Memorias de África’ y subirse a la avioneta de Robert Redford para divisar desde el aire la sabana es todo uno. Sí la película resulta genial, su banda sonora es, si cabe, superior. El romanticismo que traslucen las notas del compositor británico es semejante al que vivimos tras ver en la gran pantalla esta maravillosa historia de amor entre Redford y Meryll Streep.
Esta música se ha convertido en apenas dos décadas y media en un clásico indiscutible de los sonidos del cine, derramados en casi tres horas de postales del continente negro que tienen la capacidad de mejorar cualquier estado de ánimo.
Barry nos ofrece una música envolvente, nostálgica y hermosa, decisiva a la hora de crear el clima de sentimientos profundos que perseguía el director Sidney Pollack en esas puestas de sol de los atardeceres rojizos de Kenia. La banda sonora está presente a lo largo de todo el filme con el mismo protagonismo que los actores o la fotografía, pero jamás llega a cansar. Es más, resulta imprescindible para ese hombre y esa mujer que viajan mental o físicamente en una búsqueda de amor y libertad constantes. Incluso suaviza una tragedia que se ve llegar y que finalmente aterriza en forma de la muerte de Redford.
John Barry nació en Inglaterra el 3 de noviembre de 1933 y murió hace exactamente un año tras adjudicarse con justicia el título de principal compositor cinematográfico británico de todos los tiempos. Muy conocido también por hacer música para televisión, donde realmente pudo expresar su genialidad fue en el séptimo arte, que le premió con cinco óscars, entre ellos el que obtuvo por ‘Memorias de África’.
Aunque hay quien le achaca que se pasó años plagiándose con apasionado esmero, lo cierto es que nos deja temas imprescindibles en el mundo de las bandas sonoras como los de James Bond, ‘Cowboy de medianoche’ o ‘Bailando con lobos’, entre otras muchas.