El secreto de ‘Sweet Caroline’ se mantuvo desde 1969 a 2007. Sabíamos que fue escrita en menos de una hora en la habitación de un hotel de Memphis el día antes de su grabación. Pero Neil Diamond nunca desveló quién era la afortunada protagonista de su canción franquicia. Las especulaciones fueron numerosas y diversas hasta que hace seis años el cantautor norteamericano confesó que encontró la inspiración en Caroline Kennedy, la hija del expresidente estadounidense John F. Kennedy.
Durante las horas de soledad con las que estaba obligado a convivir en el transcurso de sus giras, aburrido, comenzó a hojear una revista. En ella se encontró con la fotografía de la pequeña Caroline, dulce, inocente, angelical hasta en el sepelio de su padre. Ella fue la musa.
La incógnita quedó resuelta con motivo del cincuenta cumpleaños de la vástago de JFK. Neil Diamond se lo comunicó a ella misma tras interpretar el tema vía satélite. «Estoy feliz de habérmelo sacado de encima y habérselo dicho. Nunca he hablado sobre esto. Siempre pensé que tal vez se lo diría a Caroline cuando coincidiéramos en algún lugar. Pensé que le daría vergüenza, pero ella se sorprendió y realmente la noté feliz», aseguró Diamond aquel día, una vez puesto fin a su hermético silencio.
El tema más popular de Neil Diamond siempre fue más que una canción. Hace muchos años que alcanzó la categoría de himno para millones de personas, aunque los más jóvenes la descubrieron al ser incluida en la banda sonora de la película ‘Beutiful Girl’. Bajo la producción de Tom Catalano y del propio autor, inicialmente no constituyó un bombazo y el single que lo presentaba frenó su ascenso en el número cuatro de la lista de éxitos estadounidense, pese a vender un millón de copias. Sin embargo, a medida que maduraba supuso un gran éxito internacional.
Su tono in crescendo y el atractivo del estribillo hacen que se preste mucho a ser cantada en grupo, por lo que es habitual en las celebraciones anglosajonas. Evoca alegría y dulzura. Dentro de su estructura simple, es redonda, euforizante, capaz de salvar el día a cualquiera.
Recientemente, tras los atentados de Boston, Diamond decidió ceder a las víctimas los beneficios que generara ‘Sweet Caroline’ desde aquel momento. La canción es considerada un himno no oficial de la ciudad y en ella, una vez conocida la acción filantrópica del neoyorquino, las ventas se incrementaron en casi un 600%.
Donde empezó no lo sé
pero me doy cuenta
de que está creciendo
Fue en la primavera,
y la primavera
se convirtió en verano
Quién habría pensado
que tú vendrías
manos, manos, tocándose
alcanzando, tocándome
tocándote, dulce Carolina
Los buenos tiempos nunca
parecieron tan buenos
y empiezo a creer
que los buenos tiempos
nunca lo fueron
Pero ahora miro la noche
y no parece tan solitaria
nosotros la llenamos
con nuestra presencia
Y cuando hiero
el dolor corre por mis hombros
cómo puedo herir
cuando estoy contigo
Cálidos, tocando,
cálidos alcanzando,
tocándome, tocándote
dulce Carolina
Los buenos tiempos nunca
parecieron tan buenos
y empiezo a creer
que los buenos tiempos
nunca lo fueron
Oh, no, no
dulce Carolina
Los buenos tiempos nunca
parecieron tan buenos
y empiezo a creer
que los buenos tiempos
nunca lo fueron
dulce Carolina
VERSIONES
‘Sweet Caroline’ ha sido grabada por intérpretes muy diferentes. FRANK SINATRA incrementó la cotización de la obra con una revisión de gran calidad.
ELVIS PRESLEY le dio su característico toque country de Las Vegas.
Otro cantante histórico como ROY ORBISON supo también reconocer las posibilidades del tema.
Más moderna, por supuesto, es la revisión de U2.
JULIO IGLESIAS la ofreció a la audiencia hispanoparlante.
También la han cantado Velvet Revolver, Andy Williams, David Archuleta, Bobby Womack, Waylon Jennings, Bert Kaempfert, Chet Atkins, Ray Conniff, The Mike Curb Congregation, The Drifters, Ray Anthony, Ferrante & Teicher, Bobby Goldsboro, The London Philharmonic Orchestra, Al Martino, Hugo Montenegro, Billy Vaughn, The Ventures, Lawrence Welk, Dave Matthews Band, Mark Salling, Jonas Brothers o Me First and the Gimme Gimmes.
La canción ‘Sweet Caroline’ es muy popular en eventos deportivos norteamericanos. Es famosa la interpretación que protagonizan los seguidores de béisbol BOSTON RED SOX. El encargado de la megafonía, Amy Tobey, la incorporó en 1997 al repertorio que se interpreta en Fenway Park porque uno de los empleados del estadio había sido padre de una niña a la que decidieron llamar Caroline. Desde entonces los espectadores la usan para animar cada partido porque se ha convertido en el himno oficial. El propio Neil Diamond la interpretó en una ocasión desde el campo de juego.
Caroline Kennedy, pese a que nació en Nueva York, es seguidora de los Red Sox porque se crió en un lugar llamado Brookline, cerca de Boston. Acude a presenciar sus encuentros varias veces al año, cuando sus ocupaciones como dmbajadora de los Estados Unidos en Japón se lo permiten.
Tras el atentado contra la maratón de Boston el tema de Neil Diamond cobró especial relevancia al sonar en todos los campos de béisbol del país como homenaje a las víctimas. También los participantes de la maratón de Salt Lake City, sólo una semana después del suceso, la cantaron al inicio de la prueba.
La película ‘BEAUTIFUL GIRL’, dirigida en 1996 por Ted Demme se desarrolla alrededor de ‘Sweet Caroline’, con el momento más álgido en la escena en que todos los personajes la cantan mientras rememoran viejos tiempos. Un instante para recordar.
NEIL DIAMOND es, con permiso de Bob Dylan, el cantautor estadounidense con mayor prestigio. Su carrera se ha prolongado durante cinco décadas, llegando hasta la actualidad y dejando atrás una cosecha de innumerables creaciones en forma de otros tantos discos. Integrante de la llamada ‘generación de oro’ de la canción del país de las barras y las estrellas, su personal modo de interpretar, su carisma sobre los escenarios y su voz inconfundible han deleitado a millones de amantes del pop relajado con temas como el mencionado ‘Sweet Caroline’, ‘Song Song Blue’, ‘Cracklin Rosie’, ‘I’m Glad You’re Here with Me Tonight’, ‘Girl, You’ll Be a Woman Soon’, ‘Cherry Cherry’, ‘Red, Red Wine’, ‘September Morn’, ‘Love on The Rocks’, ‘America’ , ‘Hello Again’, ‘Delirious Love’ o ‘Home before Dark’, entre otras muchas. Todos dotados de un aire reflexivo bajo un manto de sorprendentes arreglos orquestales.
Neoyorquino de nacimiento, su aventura musical comenzó cuando en su decimosexto cumpleaños le regalaron una guitarra y unas clases para aprender a tocarla. Anhelaba contar con ese instrumento desde que el histórico Pete Seeger, recientemente fallecido, visitara su escuela. Sin embargo, una beca le encaminó hacia los estudios de Medicina. Pero en la universidad el veneno de la canción acabó por hacer efecto y abandonó la carrera cuando le faltaban seis meses para obtener la diplomatura.
Corría el año 1965. Inicialmente se dedicó sólo a componer, llamando pronto la atención de los prestigiosos productores Jeff Barry y Ellie Greenwich. Su obra ‘I’m a Belliever’ llegó al número uno interpretada por The Monkees en 1966, además de escribir también para Cliff Richards o Lulu. Desde entonces su trayectoria profesional ha sido imparable, presidida por grandes premios como los Grammy o los Globo de Oro, además de haber protagonizado la gira más taquillera de un solista.
Es obligado reseñar asimismo sus incursiones en el cine, con bandas sonoras de películas como ‘Juan Salvador Gaviota’ (1973) o ‘El cantor de jazz’ (1980).
Sin embargo, en muchas ocasiones, Neil Diamond ha sido injustamente tratado y criticado por la excesiva dulzura de sus temas románticos. Canciones que ahora son himnos que perduran, que nunca te abandonan y que incluso son parte de tu propio ser.