Cuántas lágrimas han brotado con ‘Agur María’ de ojos vascos y no vascos. Es estremecedor el mensaje de esta canción, que más de cuarenta años después de su salida al mercado sigue manteniendo su actualidad. Hoy en día somos muchos los que todavía podemos ser víctimas de su sensibilidad en forma de lágrimas que resbalen por nuestras mejillas.

‘Agur María’ no tiene nada que ver con el tradicional rezo de los actos litúrgicos de nuestro entorno. Pero también se ha convertido en una obra religiosa, que incluso crea fieles entre los que nos declaramos agnósticos. Porque Estitxu nos regaló en 1970 una oración tan cargada de amor como de dolor.

La obra de la bilbaína nacida en Iparralde comparte con el canto ceremonial católico su llamada a la virgen en busca de amparo. Pero Estitxu no pide por ella, pero sí por los suyos. Ese pueblo que responde en conjunto al nombre de Euskal Herria y que, según ella denunció en aquella época y otros podemos certificar hoy, camina desunido hacia el futuro, como ya transitó en el pasado. Ella, creyente, imploraba a la madre de Cristo. El que firma esto, ateo, sólo puede esperar que la inteligencia se imponga sobre los intereses particulares de unos y otros.

‘Agur María’ caló con fuerza en su momento pese a la complicada distribución de los discos en euskera durante la dictadura. Se hizo muy popular en nuestra reducida geografía y, por su título, también conquistó iglesias y catedrales, donde en la actualidad se interpreta como un himno espiritual más.

Agur Maria
agur Maria
zer gertatzen da
nere herrian
anaitasuna hautsi da eta
batzuk besteei beti aurka

Agur Maria
agur Maria
entzun egizu nere otoitza
bildu egizu nere herria
agur Maria
lagun nazu

Ave María
ave María
¿qué ocurre en mi pueblo?
Se ha roto la fraternidad y los unos
siempre andan contra los otros

Ave María
ave María
escucha mi plegaria
reúne a mi pueblo

Ave María ayúdame
ave María
ave María
ayúdame

VERSIONES

Otra magnífica cantante vasca, AMAIA ZUBIRIA, recuperó ‘Agur María’ en 2008.

http://youtu.be/TotcGhoYcrw

NAIA ROBLES, sobrina de Estitxu, realizó un homenaje a su tía.

Pantxi García Etxabe, soprano solista de la CORAL SANTA MARIA DE PORTUGALETE, canta ‘Agur Maria’ en la salve popular en las fiestas patronales de la Asunción de la Virgen.

Qué injusto es el olvido. En este mundo de principios sin final feliz, de ESTITXU sólo nos acordamos ya un reducido grupo de amantes de la música vasca. El tiempo, la desgracia, el franquismo… han contribuido en eclipsar a una de las mayores artistas de Euskadi de todos los tiempos. La guerra la llevó fuera de Euskadi, la dictadura frenó su carrera una vez que volvió a Bilbao y luego el cambio de las tendencias musicales acabó por difuminar su talento.

Incluso es inspiradora del llamado ‘síndrome Estitxu’, que viene a designar a lo que en otros lares se conoce como el tonto útil y que viene a representar a aquellas personas a las que por su carácter voluntarista se recurre en tiempos de penuria, pero de las que luego se olvida la sociedad pese a su valía.

En este caso parece que en tiempos de la transición, cuando los organizadores de fiestas patronales no contaban con apenas presupuesto, se recurría a ella para las actuaciones. Ella, generosa, siempre renunciaba a los emolumentos y se contentaba con la promesa de que en ocasiones venideras, cuando hubiese dinero, se saldarían las deudas. Pero lo cierto es que cuando disponían de recursos contrataban a otros con el argumento de la bilbaína estaba ya muy vista.

Estíbaliz Robles-Arangiz nació en el exilio, en Iparralde, donde su padre se refugió tras la Guerra Civil tras formar parte del bando perdedor. Allí aprendió solfeo y guitarra clásica al tiempo que bebió del ambiente musical del entorno familiar, ya que sus ocho hermanos y hermanas formaban los cuartetos Soroak y Ainarak, respectivamente. Se les conocía como La Familia Trapp de Bilbao.

Estitxu regresó a la capital vizcaína con 8 años y fue labrando su formación artística hasta que a finales de los sesenta comenzó una andadura musical plagada de reconocimientos y prohibiciones, porque el régimen de Franco nunca obvió que era hija de un político significado del campo separatista. Ello le obligó a buscar amparo en los centro vascos de Latinoamérica, que se convirtieron en escenarios de su arte.

Caído el dictador, triunfó en un ambiente musical con aire de cambio, que ya se encaminaba hacia el rock. No obstante, a finales del ochenta tuvo que abandonar los recitales por problemas físicos. Volvió en 1993, pero a los pocos días de ofrecer un concierto en Irun murió víctima de un cáncer.