‘Let the river run’ está indisolublemente unida a la película ‘Armas de mujer’ (Working girl), con la que obtuvo el Óscar a la mejor canción original. Este tema de Carly Simon es, junto a ‘Philadelphia’ de Bruce Springsteen, el único compuesto, escrito e interpretado por un solista que consiguió amasar además el Globo de Oro y el Grammy.
Es una obra además vinculada directamente con la ciudad de Nueva York, la nueva Jerusalén, pero sin destinatario concreto. Podría enmarcarse en ese universo de temas que hacen ver la vida de forma positiva, que subrayan el mensaje de que los contratiempos se pueden primero sobrellevar y luego superar, para que finalmente se los lleve el río de la vida. El culto a la alegría podría tener en ‘Let the river run’ uno de sus himnos.
Fue compuesta en 1988 por encargo y destinada desde sus comienzos a la banda sonora de la película de Mike Nichols. El director de películas como ‘El Graduado’ (1967) contactó con la cantautora para proponerle que tratara de captar en poco más de tres minutos el espíritu del filme: el tono positivo de que el trabajo sustenta a los países y de que las mujeres pueden estar laboralmente a la altura de los hombres si aumentan su dosis de ambición.
Fue el corte de apertura tras competir con ‘Witchy woman’, de The Eagles, el preferido de los productores. En la banda sonora también podemos encontrar el ‘Lady in red’ del irlandés Chris de Burgh o el ‘I’m so excited’ de las Pointer Sisters.
El prestigioso periódico ‘The New York Times’ aseguró que Simon vio previamente el filme y que se inspiró en la secuencia inicial para escribir ‘Let the river run’. Recordemos aquella escena de los ferrys de Staten Island cargados de gente que se dirige a sus puestos de trabajo en Manhattan. Todo ello salpicado de vistas del río Hudson, la Estatua de la Libertad y los rascacielos relucientes.
La propia Simon confesó que también bebió de un poema de Walt Whitman. «Pensé que tenía que ser un himno a las mujeres trabajadoras con un latido selvático. Había algo enorme y atrayente sobre estas secretarias que emigraban cada día hacia la jungla de Wall Street», sostuvo. Asimismo, señaló que hubo debate sobre el título. Se optó por ‘Let the river run’ tras descartar ‘The Wall Street hymn’ y ‘The New Jerusalem’. «Esta última es una frase que incluyo en la canción porque le da un halo de espiritualidad, como si fuera la tierra prometida», señaló.
Durante años esta canción fue muy recurrente en gabinetes psicológicos especializados en motivación laboral y son muchos los que la escuchaban de camino hacia entrevistas de trabajo. Con el paso de los años se ha olvidado esta faceta y ha acabado siendo pasto de jóvenes víctimas de operaciones triunfo o de viejos enganchados al karaoke.
Musicalmente hablamos de una melodía donde los coros susurran alrededor de la voz ronca de Carly Simon. Un aurea mística propio de una cantante confesional se ve asimismo en la letra, que nos narra el descenso de un río que corre en la dirección de la Nueva Jerusalén, una metáfora de la llegada de la nueva era, un tiempo de fraternidad. Habla también del fluir de la vida, de pasar la niebla, del despertar y de alcanzar la nueva nación como referencia a los nuevos tiempos. Muchas reminiscencias de la época hippy que vivió Simon en su juventud junto con su entonces marido James Taylor.
‘Armas de mujer’ fue un éxito mundial que recaudó más cien millones de dólares. El argumento relata la historia de Tess McGill (Melanie Griffith), una secretaria con un gran ambición que se incorpora a una nueva empresa como ayudante de Katherine Parker (Sigourney Weaver), una directiva muy superficial.
Durante las vacaciones de su jefe descubre un importante plan de negocio basado en un informe que ella había preparado y que, según le había manifestado su superiora, no tenía ningún interés. Al tiempo se enamora del hombre (Harrison Ford) con el su jefa tiene una relación.
Como anécdota señalar que nuestro Antonio Banderas conoció a Melanie Griffith en la gala de los Óscar de ese año, en la que ella resultó premiada.
Deja que el río corra
deja que el río corra
que todos los soñadores despierten a la nación
ven al nuevo Jerusalén
Ciudades de plata se alzan
la mañana ilumina las calles que los guían
y sirenas los llaman con una canción
Está pidiendo la toma
temblando
agitándose
oh, me duele el corazón
Estamos llegando al límite
corriendo por el agua
atravesando la niebla
tus hijos e hijas
Nosotros, los grandes y pequeños
estamos en una estrella
y abrimos un camino de deseo
a través del amanecer oscuro
Está pidiendo la toma
ven, corre conmigo ahora
el cielo es de color azul
jamás has visto
con los ojos de tu amante
Oh, mi corazón me duele
estamos llegando al límite
corriendo por el agua
atravesando la niebla
tus hijos e hijas
Está pidiendo la toma
temblando, agitándose
oh, me duele el corazón
Estamos llegando al límite
corriendo por el agua
atravesando la niebla
tus hijos e hijas
Deja que el río corra
que todos los soñadores despierten a la nación
ven, el nuevo Jerusalén
VERSIONES
ROSA, la diva de España, firmó una estrambótica revisión en 2006.
En una de las ediciones de ‘Operación Triunfo’ le correspondió a SANDRA examinarse con ‘Let the river run’.
El éxito de ‘Armas de mujer’ dio lugar a una serie llamada ‘Chica trabajadora’ y protagonizada por SANDRA BULLOCK. También se utilizó la canción para la carátula. Fue en 1990.
http://youtu.be/LGS9959sais
El mundo de la publicidad ha recurrido en varias ocasiones a esta gran composición de Carly Simón. En España fue elegida por IBERDROLA para lanzar una campaña ecológica.
http://youtu.be/1vv5oIIeqEw
La neoyorquina CARLY SIMON (1945), cantante, compositora, pianista, guitarrista, actriz y escritora, es un referente de la música de los ochenta. Su voz apacible y dulce nos ha deparado un rosario de grandes canciones, que especialmente han destacado por sus letras biográficas y su vínculo con el séptimo arte. Su primera experiencia en este campo la tuvo con la canción ‘Nobody does it better’, compuesta para la película ‘La espía que me amó’ de la saga James Bond, protagonizada por Roger Moore en 1977.
Compositora de los temas que interpreta, Simon se ha caracterizado por su exquisitez al transitar por el pop melódico americano. Sus comienzos datan de principios de los sesenta del pasado siglo, cuando ella y su hermana actuaban bajo el nombre de The Simon Sisters en los bares de Greenwich Village. Pero no alcanzó la condición de profesional hasta 1971, cuando debutó en solitario y se llevó el Grammy a la mejor artista debutante.
Pronto llegaron éxitos como ‘That’s the way I’ve always heard it should be’, ‘Anticipation’, ‘You’re so vain’ –vendió un millón de copias–, ‘The right thing to do’, ‘You belong to me’, o ‘Devoted to you’, cantada a dúo con James Taylor, su esposo hasta 1983.
Tras una crisis artística propiciada por el divorcio, volvió a la senda del triunfo a finales de los ochenta con ‘Coming around again’, incluida en la banda sonora del filme ‘Se acabó el pastel’, de 1986, y la mencionada ‘Let the river run’. Coincidió con su nuevo enlace matrimonial con Jim Hart.
Afrontó los noventa en su mejor momento vital y ofreció trabajos de extrema calidad que, aunque no llegaron a las listas, fueron reconocidos por su público. Pero un inoportuno cáncer de mama, afortunadamente superado, frenó ese buen momento. Sin embargo, su fuerza natural la hizo volver con total actualidad y desde entonces, para nuestro gozo, ha producido una docena discos entre retrospectivas, bandas sonoras y obras nuevas.