Hay unos seis millones de perros en España (y unos millones de gatos) y, de muchos de ellos, sus dueños dice conocer su estado de ánimo y sus sentimientos. Cuando se les separa de sus dueños como, por ejemplo, si los deja en casa durante un tiempo que no necesita ser muy prolongado, a veces se conducen como locos y ladran, aúllan, rompen y hacen sus necesidades sin control. Es su reacción al sentirse abandonados. Michael Mendl y su grupo, de la Universidad de Bristol, han aprovechado esta reacción producida por la ansiedad y el estrés para montar un experimento sobre el ánimo de los perros.
Utilizan 24 perros, la mitad de ellos machos, de dos asilos para perros. Entre siete y doce días después de su llegada al asilo, se les aplica una prueba que nos va a decir cómo se sienten al ser abandonados. Se les coloca en una caseta y aprenden que, al salir de ella, a su izquierda, a unos
Cuando los perros ya han aprendido esto, se les coloca en la caseta y se abre la puerta para que vayan a cualquiera de los boles. Pues bien, los perros más estresados, más “pesimistas”, van hacia la derecha, hacia los boles sin comida, y además tardan más en arrancar, hasta unos veinte segundos. En cambio, los perros menos estresados, más “optimistas”, van hacia la izquierda, hacia los boles que deben tener comida y lo hacen rápidamente, en unos cinco segundos. Cuando se relacionan estos resultados con el estrés producido por el abandono y la entrada en el asilo, coinciden los más estresados con los perros “pesimistas”.
Recientemente se ha hecho un experimento similar, y con iguales resultados, con abejas. Aprenden que a la derecha hay miel y a la izquierda quinina, sustancia amarga, y también están las tres posiciones intermedias para los recipientes. Se ponen las abejas en frascos en grupos de tres y se agita el frasco; así se supone que están estresadas. Pues bien, como ocurría con los perros, las abejas estresadas son “pesimistas” y tienden a ir a la quinina nueve de cada diez veces. Por el contrario, las abejas no agitadas, tranquilas, van al azúcar nueve de cada diez veces.
Como ven, en estos animales la ansiedad y el estrés provocan “pesimismo”. Hay que tenerlo en cuenta.
*Bateson, M. y 3 colaboradores. 2011. Agitated honeybees exhibit pessimistic congnitive biases. Current Biology 21: 1070-1073.
*Mendl, M. y 6 colaboradores. 2010. Dogs showing separation-related behaviour exhibit a “pessimistic” cogninitive bias. Current Biology 20: R839-R840.