Tomar decisiones arriesgadas es un proceso esencial en psicología y en nuestra conducta. Hay personas, todos las conocemos, que asumen riesgos con consecuencias desastrosas. Por ejemplo, al conducir o en el sexo sin protección. Y otros, en cambio, nunca toman decisiones arriesgadas. Por ejemplo, los que no arriesgan su dinero en inversiones poco seguras. En […]