Los hombres creen adivinar las intenciones de la mujer simplemente según como visten. Un short, un vaquero ceñido, una camiseta escasa, un sujetador desaparecido, todo ello son indicadores de receptividad sexual en las mujeres o, por lo menos, eso creemos los hombres. Una mujer así vestida es más sexy y atractiva y, en consecuencia y según la profunda deducción de que de ello hacen los hombres, es más receptiva. Es más, nos cuenta nuestro psicólogo de cabecera Nicolas Guéguem, de la Universidad del Sur de Bretaña en Lorient, si se enseña una fotografía con una mujer así vestida a hombres y mujeres, los hombres la encuentran más receptiva y las mujeres más bien piensan que viste como le da la gana. Sin embargo, Guéguem duda pues todo esto se ha conseguido enseñando fotografías y, como siempre, él se propone confirmarlo con mujeres reales, más o menos vestidas.
Los participantes son 108 hombres, con una edad media de 21.4 años y que entran en el estudio por estar sentados en bares de la ciudad de Vannes, en la costa atlántica francesa. Además, están sentados en los bares los viernes y los sábados de las 20.30 horas en adelante. Las sesiones del estudio duran 1 hora en dos bares elegidos al azar. Dos observadores del equipo de investigación se sientan en los bares y también lo hacen dos mujeres, de 20 y 21 años y que han sido evaluadas como atractivas en una encuesta previa. Las mujeres van vestidas una de ellas sugestiva, con pantalón corto y camiseta sin tirantes, y la otra no sugestiva, con falda larga y blusa. Entran juntas al bar, se sientan próximas una a la otra, y los observadores van a apuntar el comportamiento de los hombres que ya estaban en el bar respecto a ellas. Después del encuentro con las chicas, los observadores preguntan a los hombres sobre la probabilidad que creen tener de conseguir una cita y de tener sexo en esa primera cita.
En primer lugar, como media los hombres tardan 4.5 minutos en acercarse a la chica vestida sugestiva y 17.7 minutos en hacerlo con la no sugestiva. Y, puntuando de 1 a 9 de fácil a difícil, conseguir una cita con la sugestiva es un 6.2 y con la menos sugestiva es 7.9; o sea, es más fácil conseguir la cita con la menos vestida. Y tener sexo en la primera cita da un resultado parecido, 5.2 con la sugestiva y 7.3 con la no sugestiva, es decir, el sexo es más fácil con la que lleva el vestuario más sucinto.
Ya ven, lo que decían los estudios previos con fotografías se confirma con mujeres de carne y hueso: los hombres deducen la disponibilidad sexual de las mujeres a partir de cómo visten.
*Guéguem, N. 2011. The effect of women’s suggestive clothing on men’s behavior and judgment: a field study. Psychological Reports 109: 635-638.