Ya se sabe que hombres y mujeres, si pueden elegir, siguen dietas diferentes. Cada sexo tiene su propia conducta alimentaria y su versión de dieta preferida y saludable. En general, los hombres tienden más a la carne y a los dulces y las mujeres a las verduras, las frutas y el pescado. Por otra parte, en general y en nuestra cultura, los hombres ni compran ni cocinan los alimentos y se preocupan menos de seguir una dieta saludable que las mujeres y, en concreto, que su pareja. Si damos la vuelta a lo dicho, esto parece significar que, en una pareja, es la mujer la que decide qué es lo que come el marido. Y esto es lo que han investigado Julie Ober Allen y sus colegas de la Universidad de Michigan en Ann Arbor. Además, han tratado de averiguar qué es lo que opina el hombre sobre esto de que su dieta la marque su mujer.
Los voluntarios son 83 afroamericanos, todos hombres, de tres zonas urbanas de Michigan (Flint, Ypsilanti y Detroit), con una edad media de 56.7 años y un rango de 32 a 82 años. El 62.5% está casado y el 18.8% tiene pareja aunque sin matrimonio. Entre julio de 2008 y febrero de 2010, asisten a cursos sobre dietas saludables y forman grupos en los que charlan, relajadamente, sobre lo que comen habitualmente.
Cuentan lo que Julie Allen ya había planteado como hipótesis de su investigación. Son las mujeres las que deciden lo que se come en el hogar, muy a menudo por encima de las preferencias de su pareja. Incluso marcan lo que se come aunque no sean ellas las que cocinen aunque, casi siempre, son las cocineras; después de todo, los hombres admiten que si cocinan ellos, la dieta es menos saludable. En conclusión, es la mujer la que dispone la dieta del marido.
Sin embargo, y aunque el hombre a veces se queje de esta situación, también admite que su dieta es más saludable y está mejor cocinada si todo lo hace su mujer, a pesar de que se queje de no ser consultado. Y, sobre todo, los hombres aseguran que siempre colocan la armonía de la pareja por encima de la dieta, sea esta la que sea. Es curioso que los voluntarios afirmen que tienen más libertad para elegir su comida si comen fuera de casa, incluso aunque esté con ellos su mujer.
*Allen, J.O., D.M. Griffith & H.C. Gaines. 2012. “She looks out for meals, period”: African American men’s perceptions of how their wives influence their eating behaviour and dietary health. Health Psychology DOI:10.1037/a0028361