Suena fuerte, pero por algo hay que empezar. Quizá uno tiene una buena mano (de cartas) en la partida y gana arriesgando el órdago nada más empezar. Sin embargo, hay quienes son más precavidos o, quizá, es que no se atreven a tanto. A poco que hayamos meditado sobre ello, ya habremos notado que no […]