La menopausia o pérdidad de fertilidad en las mujeres aparece a una edad similar, hacia los 50 años, en todas las poblaciones humanas y se alcanza en un momento inusitadamente temprano, comparado con otras especies. Si la selección natural premia el éxito en la reproducción, es evidente que una pérdida temprana del poder reproductor no es el camino más apropiado. Por ello, la menopausia debe tener alguna ventaja que contribuye al éxito reproductor y que todavía no conocemos con precisión.
Las causas directas de la menopausia son dos: por una parte, el agotamiento de los óvulos disponibles y, en segundo lugar, los cambios degenerativos que se producen en el sistema hormonal que dirige la reproducción. El agotamiento de los óvulos no tiene lugar; hay muchos óvulos viables cuando llega la menopausia. En cambio, la degeneración del sistema hormonal parece el causante directo de la menopausia en la especie humana. Es decir, las razones de una menopausia tan temprana, provocada por la destrucción del sistema hormonal, habrá que buscarlas en la biología evolutiva de la especie. Como ya hemos dicho, debemos averiguar que ventajas supone una menopausia temprana para el éxito reproductor de la especie humana.
Las hipótesis planteadas tienen que ver con la fase extremadamante temprana del desarrollo a la que nacen los niños humanos y con la cooperación intergeneracional dentro de los grupos familiares. El nacimiento temprano es el resultado del compromiso entre poseer un gran cerebro y la restricción que para ello supone la estrechez del canal pélvico de las mujeres, a su vez impuesta por el andar bípedo, por el que debe pasar el recién nacido incluida, claro está, la cabeza. Esto obliga a que el niño, al nacer, tenga la cabeza, y el cerebro, pequeños y obliga a un considerable lapso de tiempo para su crecimiento y maduración. En este tiempo, el niño necesita muchos cuidados y protección que deben venir de su grupo familiar. El niño estará ligado a un adulto, normalmente a la madre. Dado que la mortalidad de los recién nacidos y de la propia madre aumentan cuanto más edad tenga ésta, su edad es un peligro para el éxito reproductor. Por ello, las mujeres a partir de una determinada edad no deben reproducirse y es beneficioso para el proceso reproductor que inicien la menopausia.
Además, las mujeres en menopausia contribuyen al éxito reproductor del grupo pues actúan como mujeres post-reproductoras que ayudan a su prole en el cuidado de los niños, compartiendo las tareas de aprovisionamiento y la protección de los nietos. La ayuda de los parientes en el cuidado y alimentación de los jóvenes que es habitual en la especie humana no tiene parangón en el reino animal.
Las primeras aproximaciones cuantitativas a estas hipótesis indican que el mayor éxito reproductivo se obtiene con la cooperación: cuidado más importante por parte de la madre y ayuda de las mujeres post-reproductoras.
Queda la incógnita de por qué a los 50 años y en todas las sociedades. Por lo que se sabe, estos 50 años no se ven influidos por la historia reproductora personal de cada mujer, por factores sociales o del entorno.

*Shanley, D.P. & T.B.L. Kirkwood. 2001. Evolution of the human menopause. BioEssays 23: 282-287.
*Voland, E. 1998. Evolutionary ecology of human reproduction. Annual Review of Anthropology 27: 347-374.