Ya he mencionado que el ajo es una planta muy utilizada en cocina y conocida por sus propiedades hipotensoras. El doctor Hugh Thomas y su equipo, de la Unidad de Epiedmiología del Sur de Gales, detectaron un notable aumento del consumo de preparaciones a base de ajo a partir de 1978. Los consumidores son, según las conclusiones de esta investigación, hombres de mediana edad, que fuman poco, consumen mucho alcohol, tienen hábitos de comida adecuados y son hipertensos.
Pero los ajos proporcionan un socialmente rechazable mal aliento. El doctor Michael Levitt y su grupo, del Centro Médico para Veteranos de Minneapolis, publicaron un trabajo en 1999 para conocer si el citado mal aliento, consecuencia de comer ajo, tiene su origen en la boca o en el resto del tracto digestivo. Para ello, los investigadores midieron la emisión de gases sulfurosos por el tubo digestivo. Los resultados prueban que, a corto plazo, el origen del mal aliento está en la boca pero, a partir de las tres horas de la ingestión de la planta, desaparece el olor bucal y sólo queda el procedente de zonas más profundas del tubo digestivo. En ningún caso el olor proviene del aliento exhalado desde los pulmones.
Otro alimento que crea problemas de rechazo es la cebolla. Sin embargo, en un estudio con ratas de Jia-Huey Chen y sus colegas, del Colegio de Farmacia y Ciencia Chia Nan, de Tainan, en Taiwan, demuestran que la cebolla cruda también baja la tensión y actua sobre las plaquetas sanguíneas evitando que se formen trombos. La cebolla cocida no tiene ningún efecto, excepto el culinario supongo.
*Chen, J.-H., H.-I. Chen, S.-J. Tsai & C.J. Jen. 2000. Chronic consumption of raw but not boiled Welsh onion juice inhibits rat platelet function. Journal of Nutrition 130: 34-37.
*Suarez, F., J. Springfield, J. Furne & M. Levitt. 1999. Differentiation of mouth versus gut as site of origin in a odoriferous breath gases after garlic ingestion. American Journal of Physiology 276: G425-G430.
*Thomas, H.F., P.M. Sweetnam & B. Janchawee. 1998. What sort of men take garlic preparations? Complementary Therapies in Medicine 6: 195-197