Prozac es la marca comercial del hidrocloruro de fluoxetina, y la fluoxetina es un inhibidor del reciclaje del neurotransmisor serotonina. En resumen, el Prozac aumenta la concentración de serotonina en el sistema nervioso central al impedir su reutilización por las neuronas. El nivel de serotonina es bajo en las personas con depresión y el Prozac, al provocar su aumento en el cerebro, se convierte en un buen tratamiento antidepresivo. También se aconseja para tratar la bulimia, desórdenes obsesivos compulsivos y casos graves del síndrome premenstrual.
Pero, como muchos otros fármacos, el Prozac a veces produce efectos secundarios insospechados. En moluscos bivalvos como las almejas o los mejillones, la puesta de los gametos, óvulos y espermatozoides, se hace al exterior, al medio acuático que es su hábitat natural, de tal manera que la unión de los gametos para dar lugar al embrión, así como todo su desarrollo posterior, tiene lugar en el agua. Desde hace más de una década se sabe que todo el proceso de puesta está dirigido por la serotonina. De ello a utilizar el Prozac para provocar la puesta en moluscos bivalvos no queda mucho camino por recorrer. Peter Fong y su grupo, del Colegio Gettysburg, de Gettysburg, Pennsylvania, demostraron la inducción de la puesta por medio del Prozac en un bivalvo de agua dulce, la conocida especie invasora llamada mejillón cebra (Dreissena polymorpha).
Algunos bivalvos no expulsan los gametos sino que inician el desarrollo de las larvas en su interior, larvas que luego son puestas al medio acuático. También con este proceso de reproducción el Prozac induce la puesta. Así ocurre con otras especies de bivalvos de agua dulce com el Sphaerium striatinum, tal como han demostrado Peter Fong y su equipo, y con Anodonta cygnaea, según el trabajo de E.M. Cunha y J. Machado, de la Universidad de Oporto.
De esta forma, depresión y parto se unen a través del neurotransmisor serotonina, cuya concentración es esencial en ambos procesos: baja en la depresión, alta en la puesta.
La especie humana usa el Prozac en grandes cantidades. Gerrit Nentwig, de la Universidad J.W. Goethe, de Frankfurt, asegura que en 2004, y sólo en Alemania, se prescribieron 23,1 millones de dosis o, lo que es lo mismo, 4,62 toneladas de Prozac. En Estados Unidos, donde hay muchos que toman Prozac no por prescripción médica sino como signo externo de un estilo de vida (“American Way of Life”), la cantidad es mucho mayor. En España, entre 1990 y 2002, el laboratorio Lilly, fabricante del Prozac, vendió este medicamento por valor de más de 500 millones de euros.
Aproximadamente, entre el 20% y el 30% del Prozac utilizado se excreta y va a parar a las aguas residuales y, en último término, al entorno, provocando un daño todavía no muy conocido sobre el ecosistema al afectar a especies animales y vegetales, como hemos visto que con los moluscos bivalvos de agua dulce. Gerrit Nentwig ha demostrado que también afecta, provocando una reducción en su reproducción, al caracol de agua dulce Potamopyrgus antipodarum.
*Cunha, E.M. & J. Machado. 2001. Parturition in Anodonta cygnaea induced by selective serotonin reuptake inhibitors (SSRIs). Canadian Journal of Zoology 79: 95-100.
*Fong, P.P. 1998. Zebra mussel spawning is induced in low concentrations of putative serotonin reuptake inhibitors. Biological Bulletin 194: 143-149.
*Fong, P.P., P.T. Huminski & L.M. D’Urso. 1998. Induction and potentiation of parturition in fingernail clams (Sphaerium striatinum) by selective serotonin re-uptake inhibitors (SSRIs). Journal of Experimental Zoology 280: 260-264.
*Nentwig, G. 2007. Effects of pharmaceuticals on aquatic invertebrates. Part II: The antidepressant drug fluoxetine. Archives of Environmental Contamination and Toxicology 52: 163-170.