Hubo una vez una célula cerebral femenina que
por error, penetró en la cabeza de un hombre.
Miró alrededor nerviosa
puesto que todo se encontraba vacío y en silencio.
‘¡¿Hola?!’ gritó, pero no obtuvo respuesta.
‘¿Hay alguien aquí?’
gritó un poco más fuerte, pero aún así no obtuvo respuesta.
La célula cerebral femenina comenzaba a sentirse sola
y asustada y gritó a toda voz,
‘¡¿Hola, hay alguien aquí?!’
Entonces escuchó una voz suave muy, muy distante…
‘Estamos aquí abajo.’