Realmente esta receta esa basada en dos recetas que encontré en “Cookpad” concretamente en la receta que nos presenta Doodles&Cooking “Lubina al horno con salsa de mantequilla y miel con patatas chips” y la receta que nos presenta Ire de “Lubina fresca al horno”, entre ambas y alguna pequeña aportación personal, ha salido la estupenda receta que os presento, acompañada de la salsa que nos incluye en su receta Doodles&Cooking
Recetas de la idea:
http://cookpad.com/es/recetas/3034692-lubina-fresca-al-horno
Ingredientes (2 personas):
1 lubina fresca
8 gambas grandes congeladas
2 patatas medianas
1 vaso de vino blanco
1 tomate
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de mantequilla
Pimienta
Azúcar
Sal
Preparación:
Solicitamos a nuestro pescadero que nos prepare una hermosa lubina para hacerla al horno, sin quitarle la cabeza, ni la espina.
Pelamos, lavamos y cortamos a rodajas gruesas las patatas.
Freímos a baja temperatura las patatas en la freidora hasta que estén tiernas, pero sin dorarse (ni no tenéis freidora también podéis confitarlas en una sartén con mucho aceite a fuego bajo).
Las escurrimos y colocamos en el fondo de la fuente que utilizaremos para hornear.
Sobre las patatas colocamos el tomate cortado a rodajas muy finitas.
Salpimentamos y colocamos una cucharadita de azúcar sobre las rodajas del tomate, por si este fuera acido, para que no nos estropee el plato.
Colocamos la lubina sobre el tomate y a cada costado de la lubina colocamos 4 gambas sin descongelar.
Salpimentamos nuevamente, añadimos el vino y un generoso chorro de aceite de oliva.
Introducimos a 180º entre 20 y 30 minutos.
Mientras se nos hornea la lubina, prepararemos la salsa, colocando en una salsera apta para el microondas, dos cucharadas de mantequilla, dos cucharadas de miel, sal y pimienta al gusto.
Calentar en tandas de 1 minuto hasta que se derrita la mantequilla, remover y reservar.
Separamos los filetes de la lubina desechando la cabeza y la raspa.
Colocamos un filete de lubina, cuatro gambas y repartimos entre ambos platos las patatas y el tomate.
Llevamos la salsera a la mesa y que cada comensal se sirva la salsa que desee.