Hoy tocaremos un tema psicológico bastante genérico, el tema de la autoayuda.
En estados Unidos es muy habitual, leer tanto los libros, como los grupos de autoayuda, como la ayuda de profesionales en la materia, como también la existencia de muchos “charlatanes” que nos venden sus sistemas de autoayuda para llenarse ellos los bolsillos.
Entendemos como autoayuda, la ayuda que una persona se presta a sí misma, basándose en técnicas de psicología, superación personal para recuperar la autoestima, la ansiedad, la depresión, la personalidad, conseguir el éxito profesional, etc.
El escritor Renny Yagosesky define la autoayuda como “Proceso de Mejoramiento Personal, mediante el cual las personas intentan reconocer sus potencialidades, a fin de usarlas para satisfacer sus necesidades y alcanzar una forma de vivir satisfactoria y significativa.
Realmente la vida nos ofrece muchas alternativas, y el mundo de nuestro alrededor depende mucho de cómo reaccionemos nosotros, aunque normalmente no nos damos cuenta de ello.
Como dice una importante ley de Física “a cada acción le corresponde una reacción” en la vida, ocurre igual, es como si fuera esa pescadilla que se muerde la cola.
Si nos gritan, respondemos gritando, si gritamos nos suelen responder gritando, si entramos en un lugar donde simplemente haya ruido, aumentamos el volumen de nuestra voz para poder ser escuchados, los demás hacen lo mismo y al final terminamos hablando a gritos.
Si nos reciben con una sonrisa, es más fácil que respondamos con una sonrisa.
Si nos reciben con cara de amargados o cabreados, fácilmente responderemos mal a esa persona.
Pues todo es reciproco, con los libros de autoayuda, intentamos aprender a ser más listos que el resto, sabiendo comportarnos nosotros, aunque el mundo no se comporte.
Si alguien grita, callemos, escuchémoslo, cuando haya soltado su ira, tomemos en consideración lo que ha dicho y démosle nuestro razonamiento sobre lo que esa persona decía, pero sin gritar, sin alterarnos, con tranquilidad, si continua gritando, paciencia, pero comprobaremos que progresivamente esta persona va bajando el tono de su voz o sus insultos.
Si tenemos algún problema, por gritar mas, no solucionaremos el problema, simplemente nos alteraremos nosotros y no dedicaremos nuestra mente a solucionar el problema, con cabrearnos y gritar, ya estaremos suficientemente ocupados como para no pensar, ni escuchar a nuestro interlocutor, que quizás, sus palabras nos pueden enseñar el camino de la solución del problema.
Pues la autoayuda sirve para de una forma tranquila, pausada, sobrevivir en este mundo, aprendiendo de nosotros mismos, buscando soluciones interiormente, aprendiendo y respetando las opiniones de los demás, aunque las opiniones de los demás no sean las mismas que las nuestras.
Pues con la autoayuda, podemos de forma “no violenta”, luchar contra nuestras “etiquetas”, de yo soy de esta u otra forma, aunque no nos guste como somos, nos conformamos con cómo somos, porque es más fácil decir soy así porque así soy yo.
Si somos gruñones, con mala leche, envidiosos, etc.
¿Creéis que ganamos algo siendo así?, yo opino que siendo así, nos sentiremos mal nosotros y haremos sentirse mal a los que nos rodean, entonces…
¿Por qué no intentar remediarlo?
Eso es posible, es cuestión de paciencia y de auto educarnos nosotros mismos, con ayuda de algún libro o de algún profesional en la materia.