El otro día, encontré perdido en el congelador medio conejo, aunque soy adicto a la carne, he de reconocerlo, la carne que menos me gusta es justamente la de conejo, pero con dos puñaditos de arroz y unos cherrys quedó muy rico.
Ingredientes (2 personas):
½ conejo pequeño
1 cebolla pequeña
1 puñadito de tomates cherrys
3 ajos
Mix de especias
Colorante alimentario (azafrán)
1 vaso de vino blanco
6 trozos de cardo congelado cocido (o cualquier otra verdura)
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
En este caso he optado por cocinar en cazuelita de barro, que no tenía ninguna prisa y siempre da un mejor sabor a la comida.
Colocamos un generoso chorro de aceite en la cazuela y cuando se caliente, freímos el conejo troceado.
Pelamos y troceamos en juliana la cebolla y fileteamos los ajos.
Añadimos la cebolla y los ajos, al aceite caliente, salamos y freímos.
Cuando se ponga tierna la cebolla, añadimos el vino, los tomates y el cardo cocido, sin descongelar, les damos unas vueltas.
Añadimos el vino y dejamos evaporar el alcohol del vino.
Cubrimos con agua dejando cocer hasta que tanto el conejo como las verduras estén tiernas.
Una vez esté todo tierno, especiamos, agregamos el colorante y añadimos los dos puñaditos de arroz y añadimos agua, si fuera necesario.
Dejamos cocer a fuego lento hasta que el arroz absorba todo el líquido.