Para mi gusto, las alitas de pollo son la parte mas rica del
pollo, pero para gustos colores.
En esta ocasión la base del plato era consumir unos
champiñones que compre de oferta, estaban un poco feos pero muy bien de precio.
Para acompañar los champiñones rebusque en el congelador y encontré
alitas y un trozo de longaniza, pues, como estaba vago, todo al horno y así se
hace juntito.
Ingredientes (2 personas):
5 alitas de pollo
2 trozos de longaniza
12 champiñones
Curry
Perejil
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
Se limpian muy bien los champiñones, suelen llevar tierra y
es muy desagradable que al comerlos tengan restos de tierra.
Se dejan en un recipiente con agua un par de horas (yo lo
deje toda la noche y parte del día) y al sacarlos se les corta la raíz y se
vuelven a limpiar en el grifo champiñón a champiñón para asegurarnos que no
tiene tierra.
Se coloca un chorrito de aceite en el fondo de una bandeja.
Se le practican dos cortes en cruz a los champiñones y se va
llenando la bandeja (yo prepare alguno mas, después, con un simple golpe de
horno, están riquísimos los que nos sobren).
A continuación se riegan generosamente de aceite por encima,
sal y curry.
En otra bandeja engrasada con un poco de aceite colocamos
las alitas y las longanizas.
Pinchamos las longanizas con un tenedor para que suden.
Regamos con un poco de aceite, salamos y colocamos curry al
gusto.
Metemos ambas bandejas al horno a unos 180 grados en tandas
de 15 minutos.
Vamos dando vueltas a las alitas y a las longanizas, regando
con aceite si lo consideramos oportuno.
Al servir, espolvorear sobre alitas y champiñones y
picadillo de perejil fresco.
Cuando las alitas estén doradas, servimos y a comer bien
calentitas con los dedos, que las alitas con tenedor, no saben igual.