Nuestro desayuno de hoy ha sido cambiar la hora de los relojes, en mi caso, levantarme una hora antes de lo previsto, puesto que ni enterarme del cambio horario…grrr.

La idea del cambio horario viene del siglo XVIII cuando esta idea se le ocurrio a Benjamín Franklin, para ahorrar velas, pero por suerte para los mortales de aquellas epocas, no posprero su idea.

Pero la culpa que que dos veces al año tengamos que cambiar la hora de nuestros relojes la tienen los alemanes, en tiempos de la primera guerra mundial Guillermo II de Alemania decreto el cambio de hora el 30 de abril de 1916 para ahorrar combustible.

En España aplicamos ese cambio en 1918.

Ciertamente, no comparto la idea del ahorro energetico, la inconveniencia de aclimatar al nuevo horario a nuestro cuerpo, la preocupación de cambiar los relojes de hora, cambiar el horario de nuestras horas de sueño.

Es muy cierto que cuando me levanto por las mañanas estaba oscuro (alrededor de las 7 de la mañana) si me levanto a partir de ahora a las 8 de mañana, estara menos oscuro, pero seguire encendiendo la luz, además, tanto que nos venden el rollo ecologico de las bombillas de bajo consumo, realmente ¿cuanto nos cuesta el consumo de una bombilla? Pensemos en el consumo del calefactor, de la lavadora, del lavaplatos, de la secadora, de la plancha, de la vitroceramica, etc, etc… y me vienen con el ahorro de una triste bombilla, una hora al dia………

Podriamos comparar el ahorro de esa bombilla, con preocuparnos del desgaste que producimos a nuestra cuchara de la sopa, cada vez que nos comemos un plato de sopa….por favor….dejemos tranquilos nuestros relojes