Dejándonos llevar por la deriva financiera y virtual de la economía, la historia solo puede terminar, de forma trágica, en la descomposición social. El dinero que fluctúa gracias a la libre circulación de capitales se ha concentrado por encima de la cabeza de los Estados y hoy es un poder mucho más fuerte que la política. Hace falta que Europa diga “se acabó”. Cerrar los paraísos fiscales, y traer el dinero de vuelta. Es facilísimo. Hay una solución jurídica: dejar de reconocer los actos jurídicos firmados en esos países. El problema es que, cuando el dinero manda, todo parece moral. La desregulación financiera y la economía virtual aniquilarán el factor humano y social de la economía. Cuando se conozca el nombre de quienes guardan sus cuentas en los paraísos fiscales, todo va a quedar mucho más claro. Lo más positivo de esta crisis es la toma de conciencia de la gente. Hace falta crear un nuevo sistema económico, con valores humanos y que respete las leyes de la naturaleza. A menudo la Historia es así. Muchas veces ocurre lo improbable. Palabras del economista René Passet (Francia, 1926).