No quiero que se me pase, amigos de El Correo, y lo hago de corazón. Como siempre, mi cercanía más amistosa.
Tiempos recios éstos que nos reclaman salvarnos juntos y hacerlo con los más vulnerables pegados al alma. ¡Es tan tentador seguir de camino hacia el templo, (hoy, hacia la urbanización)!
Sobriamente, con el Espíritu de Jesús intacto en nosotros, y con su misma cruz en tantos inocentes, nos decimos, te digo, feliz navidad para vosotros.
Dios os bendiga y un abrazo
José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete
Vitoria-Gasteiz