Siempre me sorprenden los especialistas que simplifican al máximo los problemas sociales y así les dan respuestas claras. Tiene razón el Sr. Ibarra, Un referéndum secesionista, (El País, 22.VI.2012), en su crítica a Ruiz Soroa por los condicionamientos que éste impone al derecho de autodeterminación del Pueblo Vasco. Y sigue teniendo razón cuando dice que hay democracia cuando una nación puede decidir sobre su autogobierno. Tiene menos razón cuando identifica nación vasca y residentes de la comunidad autónoma vasca, y menos aún, cuando da por sentado que una mayoría en esta comunidad autónoma es sujeto de soberanía en la nación vasca. Podría molestarse en decir por qué, en su escrito, no es Nación Vasca la población vasca de otras comunidades y Estados (Navarra y País Vasco francés), y por qué es la Comunidad Autónoma Vasca un sujeto nacional unívoco. ¿Es posible ese soberanismo si no fuera aceptado por la población de todos y cada uno de los territorios históricos? ¿Lo cree viable? En fin, hay que tomarse más molestias en la definición del sujeto político de la autodeterminación vasca y mostrar su derecho, a la vez que sus problemas de configuración interna. No son insalvables, desde luego, pero no vale utilizar los conceptos como “nación vasca” a la medida de cada necesidad; ahora como comunidad autónoma vasca, ahora como siete territorios en uno, ahora como el pueblo del euskera. Yo prefiero aclarar mejor las cosas, aunque cueste algo más dar pasos en política.