Se acaban las fiestas. Las de San Fermín, porque seguirán muchísimas otras más por muchos lugares. Ha quedado claro que los toros levantan pasiones. El tema tiene gran cantidad de aristas y enfoques. Le salen muchos cuernos. Todos los comentarios conforman un collage muy expresivo. Cada uno ve según el color del cristal con que se mira. Los diversos puntos de vista cambian la panorámica. Hemos de encajar todas las opiniones y después sacar el máximo común divisor, el sentido común. Desde que Derrida planteó la deconstrucción, o sea derribar algunos prejuicios, y desde que los psicólogos quitaron el polvo de los divanes, hablando se desentiende la gente. Luego tenemos que reentendernos.
Me interesa reflexionar no sobre los toros sino sobre la pluralidad también muy astifina. Buena ocasión para mostrar la geometría del pensamiento. Esa, la geometría es lo interesante. Lo mismo que en nuestra formación, lo verdaderamente importante es que aprendemos a aprender.
Estamos acostumbrados y hasta lo exigimos que las cosas estén claras, que se precisen conclusiones, que los postulados sean consistentes, firmes, seguros, estables. Eso eran exactamente los requisitos de la modernidad que desarrollaba el pensamiento aristotélico. A es A y nunca será no A. Lo que es, es. Pensamiento lineal, único, cerrado, exclusivo, fijo, sucesivo, causal. Lo histórico viene marcado por estos rasgos. Y los neurólogos descubrieron que un hemisferio de nuestro cerebro, el lado izquierdo, potencia esta forma de desarrollo.
La realidad nos muestra que todo tiene muchas vueltas y revueltas, por algo llamamos circulación a nuestros movimientos y no alineación que eso es otra cosa. Hay muchos grises aparte del blanco y negro. Ya no todo está tan claro, hay muchos matices. Hay posiciones flexibles según las circunstancias. Conviene dejar puertas abiertas para nuevas aportaciones. Y somos contradictorios, queremos algo y su contrario, a la vez. Somos lo que no somos, A y no A se superponen. Lo que no hacemos nos define tanto como lo que hacemos. Pensamiento circular o en red, complejo, múltiple, abierto, flexible, relacional, simultáneo. Característico de lo poético y del lado derecho de nuestro cerebro. Esto se destaca con la postmodernidad, o transmodernidad.
No es cuestión de modas o estilos, cosas de teóricos. Afecta a todas nuestras formas de pensar, de mirar, de ver. Ésta es la gran revolución de las nuevas tecnologías, el pensamiento en red.
Y los medios de comunicación tenemos ahora este gran problema: Cómo ordenamos los collages masivos, la interactividad. Los programas de educación todavía no se han enterado de los nuevos tiempos, pero está bien, empiezan con los ordenadores.
Las redacciones visuales, la interpretación de los dibujos de los demás y su puesta en común son juegos muy interesantes. Casi como el encierro. ¿Cuántos ejercicios de estos se hacen en nuestros centros escolares? Se juzga el dibujo desde la belleza no desde la comunicación. Y la imagen es pluralidad. Por una parte no está sujeta a los convenios del lenguaje oral o escrito y por tanto es mucho más abierta y por otra parte es mucho más emocional, y hace saltar muchos más resortes y ya ven cómo saltamos. La lectura exige la disposición de leer, la imagen se introduce en nuestra casa sin llamar al timbre.
Hace exactamente un siglo Picasso, Gris y Braque iniciaron el cubismo . Su rasgo fundamental radica en poner en juego la mirada multilateral. Hay que levantarse, mover el culo y mirar alrededor, alrededor del espacio y del tiempo. Incluso, correr. Y encajar múltiples percepciones. Y múltiples actores. Les dió por ahí, por componer collages con papeles de periódicos, sin enrollar, eso sí. El arte se hacía comunicación y la comunicación era collage, una combinación de diversidades un tanto aleatoria, circunstancial. Y añadieron la música, los instrumentos, los músicos… necesitaban encontrar la armonía. Cien años atrás, cien, se plantearon exactamente los mismos problemas que nos asaltan hoy, esos que llamamos problemas de la acuciante actualidad. Ningún libro de texto, ningún diccionario, recogen ni explican el cubismo bajo estos fundamentos. Bah, sólo eran caprichos de pijos, modas pasajeras, sólo eran formalidades estilísticas. Se habla de mirada multilateral y de multilateralidad hasta en los caldicos sanfermineros, que no son sopa, no. Pero nadie cita a sus grandes impulsores, derecho al olvido de autor. Pobre de mí…pobres.