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IÑAKI CERRAJERIA

La ilustración

El placer de ojear, el placer de hojear

 

Mobiliario urbano por Ángel resa

La feria del libro de ocasión brinda la oportunidad de leer a precio de ganga

La cultura no permanece ajena a la crisis económica. Es más, sufre como tantas otras ramas humanas la socialización de la miseria. Si las tijeras de los recortables que manejan los políticos, obedientes por la fuerza a los mercados, no se detienen ante lo que creíamos diques firmes como la sanidad y la educación, ¿cómo descartar podas en el cine, la música o el teatro sangrados de IVA, en los museos y la literatura? Cuentan que en tiempos de guerra cualquier agujero es trinchera. Aplicado el lema a las apreturas que padecen las economías domésticas, primero se prescinde de lo superfluo para poder abordar las necesidades. A costa, claro, de someter el alma a un régimen de adelgazamiento.
Afortunadamente quedan iniciativas hermosas, parches para un descosido. Durante estas dos últimas semanas, la arteria central que la Avenida de Gasteiz destina a ciclistas y peatones ha acogido las casetas de la inquietud intelectual. Enfrente de ese Palacio Europa al que le brotarán ramas verdes, en el epicentro del futuro anillo interior, las chapas metálicas de los tenderetes se toman como eslabones de la mano hasta formar una cadena literaria. La feria del libro de ocasión, gangas en tomos sobados que encierran obras maestras de autores que quizá nunca vaticinaron ventas a tan bajo precio.
Como en botica, muestras de este tipo albergan de todo, desde creaciones prescindibles hasta firmas insignes. Hay miniaturas que tal vez inoculen en los niños el santo veneno de la lectura, colecciones juveniles unidas por la naturaleza impar de los números: Los Tres Investigadores (Alfred Hitchcock), Los Cinco, Los Siete Secretos… Mal negocio el de despreciar ciertos géneros como estos. El juntaletras que arriba firma se aficionó a los libros con los enigmas de Enyd Blyton. Una vez subido al tren tiempo habrá de ir cribando durante el viaje el polvo de la paja.
Remover entre las cajas de cartón y levantar volúmenes del expositor para descubrir los de abajo supone uno de los atractivos de esta feria, donde paran mujeres de mediana edad (más fieles a la causa que nosotros) y hombres mayores que saben lo que quieren. Toman un ejemplar, lo revisan y lo dejan. Continúan el proceso con otros para desandar el camino y regresar al primero. El letrero imaginario que reserva el derecho de admisión en este mercado de las letras a cielo abierto expulsa clientes como la prisa o la moda. No existe la necesidad de adquirir las novedades que pueblan el escaparate entero de las grandes cadenas. Aquí impera el placer de ojear sin hache y también con ella. Se unen los sentidos de la vista y el tacto al pasar las hojas amarillentas.
Quienes regentan los puestos observan apenas sin mirar a los potenciales clientes. Solo responden cuando se les inquiere por un autor para informar de que disponen de más títulos gestados en su mente. Tipos con barba de días y cierto desaliño indumentario, que diría Machado, una imagen muy propia del librero que, al margen de comerciar, cree en el valor intrínseco de esos volúmenes ya leídos anteriormente por gente anónima.
Los dedos empujan los tomos hacia adelante hasta derribarlos suavemente como fichas de dominó. Entre ellas, ejemplares de colecciones tan antiguas como señeras: Cátedra, Alianza, Espasa Calpe… Libros que decoraban las estanterías de nuestros tíos, títulos importantes de escritores con una peana grande como base, trayectorias ejemplares al servicio de las letras. Puede uno discernir mucho y no comprar. Pero es difícil. Siempre hay obras de interés encerradas en lomos sobados y páginas doradas por el sol y las manos ajenas. Al fin me decido. Tres libros, nueve euros. Los artículos de Larra, los cuentos completos del vitoriano Aldecoa y una novela breve de Umbral. Y para casa más contento que las castañuelas de una sevillana vestida de faralaes.

 

 

 

 

La actualidad en una sonrisa. Por Iñaki Cerrajería

Sobre el autor

La intención de este blog es recopilar mi trabajo diario en las páginas de EL CORREO. Caricaturas de escritores y otros personajes, las elecciones vascas con humor, páginas especiales, planas sobre fiestas de Vitoria-Gasteiz, San Prudencio, San Juan del Monte,... El fútbol con las jornadas del Deportivo Alavés, recreaciones de juicios, las ilustraciones para artículos y por supuesto, las tiras diarias de las ediciones de Álava y los domingos de Bizkaia y Miranda de Ebro. Desde todos estos espacios podéis acceder a las noticias, datos adjuntos y participar de forma activa añadiendo vuestros comentarios e ideas. Asimismo, encontrareis en las secciones del blog distintos trabajos que han sido publicados en años anteriores y que poco a poco voy añadiendo. Espero que sonriáis un poco navegando en este espacio.

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