Los comerciantes afectados por las obras de calle La Estación esperan con ansia el momento en el que acabe por completo la peatonalización del centro neurálgico de la ciudad. Hace ya un año que comenzaron los levantamientos de las aceras y la carretera y con ellos los negocios comenzaron a llenarse de polvo, la gente dejó de pararse en los escaparates, pocos se animaban simplemente a andar por la zona y la clientela cayó en picado.
Miranda