ARABA/ÁLAVA
«¡Cómo jarrea, es la mundial!», exclamaban a primera hora de la tarde de ayer desde los coches que intentaban encontrar hueco cerca de Mendizabala. Si ya de por sí el periplo de salir del vehículo, caminar un rato hasta la entrada del recinto y hacer cola para coger la pulsera o acceder con la entrada resultaba engorroso por el inmisericorde aguacero, al llegar a los accesos mucha gente se veía obligada a dar media vuelta porque «no nos dejan entrar con paraguas, así que volvemos al coche a dejarlo», se quejaban los asistentes.