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IÑAKI CERRAJERIA

La ilustración

¡Cómo hemos cambiado!

 

Mobiliario urbano por Ángel Resa

Aquella Vitoria de curas y militares es hoy la capital verde de Europa

A la muestra que recorre siglo y medio de Vitoria en la sala de la Caja Vital le vendría bien una banda sonora de Presuntos Implicados. La elegante voz de Sole Giménez cantando ‘Cómo hemos cambiado’ formaría una simbiosis perfecta con las fotografías que explican la transformación en moderna de una ciudad provinciana y rural, dominada por los poderes fácticos de un franquismo que la empapó durante cuatro décadas. La exposición es una radiografía evolutiva que confirma ciertos clichés de la capital alavesa antes de soltar sus ataduras y enfilar el nuevo camino verde que la distingue en el siglo XXI.
Quienes consideren exagerado calificar Vitoria como un lugar de curas y militares deberían visitar despacio la exposición de la Plaza de los Fueros. Entenderán que la dictadura acentuó la hermandad entre las sotanas de un seminario muy activo y los uniformes. La procesión del Corpus Cristi avanza por la Cuchillería, todo un regimiento de legionarios de Jesús tomando una de las calles más emblemáticas de la vieja Gasteiz. Y si aún mantienen el terco espíritu de Santo Tomás podrían detenerse ante una imagen de 1963. En ella el obispo aparece flanqueado por dos mandos del Ejército durante la inauguración del monumento a los caídos, el que presidió la plaza Juan de Ayala muy cerca del edificio del sindicato vertical.
Contemplarán a niñas de la época recibiendo las clases de gimnasia que impartía la sección femenina o la adhesión (voluntaria entrega o imperativo legal) a Franco durante una visita a Vitoria. Una repleta Plaza de la Provincia saluda al general con carteles que representan a los pueblos del territorio histórico. Las monjas que ejercían de enfermeras portaban sobre la cabeza tocados de alas desplegables, capaces de vaciar un ojo a medio metro de distancia. Y genera lástima la imagen de niños formados como en la mili mietras oyen -escuchar es otro verbo- la arenga del entonces (1948) Jefe Provincial de un Movimiento que no se demostraba andando.
Al margen de la grisura y tristeza de unos tiempos sometidos al pensamiento único hay, naturalmente, escenas costumbristas. Como la del crío rodeado por sus novísimos juguetes la mañana de Reyes. El zagal en el que nos sentimos identificados mira a la cámara mientras a sus lados permanecen inertes el garaje y el futbolín. Un barquillero con su inmensa bandeja nos recuerda matinales de domingo en la Plaza de España. La muestra, incluso, contiene una imagen que perfectamente podría ilustrar una biografía de Humphrey Bogart. Un paisano con sombrero, pitillo en los labios y paraguas cerrado pasea por una nevada calle Dato como si fuera la secuencia de un filme con galán.
Las mordazas caen década y media más tarde de la primera oleada migratoria para trabajar en las factorías de la capital alavesa. La variedad cromática sustituye al blanco y negro como ocurrió con los televisores y vivimos tiempos de convulsiones urbanísticas dentro del orden que siempre ha caracterizado a Vitoria. Las palas inclementes derriban las fábricas de Ajuria, Aranzabal y Areitio. También la de aquella estación de autobuses que aún no ha hallado un relevo digno. Las traviesas del tranvía avanzan de la periferia al centro y la última sala de la exposición nos enseña el factor diferencial de Vitoria, aquel verde al que rimaba Lorca.
El espacio reservado a la ‘Green Capital’ expone imágenes idílicas que parecen el fruto de una campaña publicitaria. Solo que en entornos tan reales y espléndidos como los que circundan este lugar. Una pareja joven con la bici inevitable sostiene el trofeo que recogimos en Estocolmo; una chica lee sentada sobre la hojarasca de un bosque urbano; un atleta se estira apoyando las manos en el arco que adorna la estatua de San Prudencio. Su gesto físico parece una genuflexión a medias. Es el fotograma final de ‘Cómo hemos cambiado’ mientras uno cree escuchar la voz formidable de Sole Giménez.

 

 

La actualidad en una sonrisa. Por Iñaki Cerrajería

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La intención de este blog es recopilar mi trabajo diario en las páginas de EL CORREO. Caricaturas de escritores y otros personajes, las elecciones vascas con humor, páginas especiales, planas sobre fiestas de Vitoria-Gasteiz, San Prudencio, San Juan del Monte,... El fútbol con las jornadas del Deportivo Alavés, recreaciones de juicios, las ilustraciones para artículos y por supuesto, las tiras diarias de las ediciones de Álava y los domingos de Bizkaia y Miranda de Ebro. Desde todos estos espacios podéis acceder a las noticias, datos adjuntos y participar de forma activa añadiendo vuestros comentarios e ideas. Asimismo, encontrareis en las secciones del blog distintos trabajos que han sido publicados en años anteriores y que poco a poco voy añadiendo. Espero que sonriáis un poco navegando en este espacio.

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