Álava
Resulta que San Prudencio se despertó ayer renegón. Repudió a su santa esposa la borrasca y, sin ninguna gana de hacer alarde de su afamada incontinencia mingitoria, decidió invocar esta vez a un recio anticiclón continental para despacharse ante sus feligreses con una efemérides que ya ha quedado guardada en los registros del centro meteorológico de Foronda como uno de los tres días del patrón más sofocantes de la historia.(+info)