El Alavés se acercó ayer al sueño de la permanencia, que hasta hace unos días era materia reservada para los crédulos y, a la espera de la matinal de hoy en el Rico Pérez, puede convertirse en algo tangible. Después de un triunfo holgado y merecido frente al Huesca la escuadra albiazul durmió a dos puntos del Celta y bajo las sábanas ha debido rezar a San Tote, Delibasic y Rubén Navarro para que el Hércules cumpla en su carrera por el ascenso. (+info)
Alaves 3 – Huesca 0