Más lanzamientos de Nintendo. Los padres de Mario planean sacar al mercado un nuevo aparatito con el sano objetivo de liderar las listas de ventas de la industria de los videojuegos. Una vez más. El Wii MotionPlus, que así se llama el invento en cuestión, llegará a Europa a partir del 12 de junio y, en esencia, es un nuevo dispositivo que se conecta al wiimote y que incrementa, y de qué manera, la sensibilidad del revolucionario mando de la consola. En ese sentido, las bondades del periférico se podrán comprobar con el nuevo Wii Sports Resort, la secuela “playera” del título más jugado de la blanca, y que llegará, craso error, el 24 de julio. Lo ideal hubiera sido tener a nuestra disposición el hardware y el software al mismo tiempo para no tener que esperar tanto a utilizar este nuevo gadget que precisa de juegos programados especialmente para él si queremos notar realmente una mejora en la manejabilidad. Esperemos que los títulos de third parties compatibles puedan llegar antes que el de la multinacional nipona al mercado, como el Virtua Tennis 2009, de Sega o el Grand Slam Tennis y Tiger Woods PGA Tour 10, ambos de EA.
Respecto al Wii Sports Resort, ya tendremos tiempo de sobra para comentar sus excelencias. Como su predecesor, se trata de un simulador de varios deportes. ¿Quién no ha jugado alguna vez al tenis con
A la espera de probar ‘in situ’ el nuevo aparatito, me asalta una duda. ¿Por qué no se dotó al wiimote de este dispositivo desde el primer momento? Desde Nintendo, se asegura que se hubiera incrementado, y mucho, el precio final de su consola, lo que hubiera repercutido negativamente en su volumen de ventas. La realidad es que muy pocas compañías han sabido adaptar sus productos al novedoso sistema de control de la blanca, entre otras cosas por la falta de una fiabilidad total de los mandos. Se conformaron con lo que tenían y, en muchas ocasiones, fue insuficiente, sobre todo en los juegos más complejos. Por eso, si realmente la multinacional nipona disponía de esta tecnología, debía de haberla puesto a disposición de las desarrolladoras hace dos años. Así, ahora tendríamos más títulos compatibles con este nuevo periférico. Y, por supuesto, no volveríamos a rascarnos el bolsillo, se desconoce todavía el precio final del producto en Europa aunque en EE UU costará unos 20 dólares, para subsanar un sistema de control “deficiente”. ¿No se podían haber hecho las cosas bien desde el principio? Cosas que pasan y que, me temo, seguirán pasando en la industria de los videojuegos.