Tras este título que parece sacado de una novela de Sherlock Holmes (esto me pasa por jugar tanto a su última aventura gráfica en la que se tiene que enfrentar al mismísimo ladrón de guante blanco Arsène Lupin), se esconde la noticia sobre un nuevo dispositivo, ideado para la blanca de Nintendo, que acaba de ponerse a la venta. El Wii Speak es, en realidad, un micrófono para que nos podamos comunicar con nuestros seres queridos a viva voz. Para ello, deberemos descargar un nuevo canal que permitirá a nuestros miis convertirse en marionetas parlanchinas en tiempo real o en diferido, ya que podemos grabar mensajes que podrán ser vistos y oídos más tarde. El nuevo periférico cuesta 26,95 euros o 66,90 si optamos por comprar el pack que incluye también la nueva versión del Animal Crossing. Casi nada.
Eso sí, ya era hora de que Nintendo tuviese a bien dotar a sus usuarios con este aparatito, ya que otras plataformas cuentan con él casi desde su nacimiento. No obstante, hay que reconocer que lo bueno del periférico de la compañía japonesa es que se trata de un micrófono ambiental, es decir, que no tenemos que tenerlo pegado a la boca unido a unos auriculares como si trabajásemos en una teleoperadora. Lo ponemos encima del televisor y nos despreocupamos de él. Lógico, por otra parte, si tenemos en cuenta que con esta consola estamos casi siempre en movimiento con el wiimote en mano. Eso sí, al final se escucha todo el sonido ambiente, lo que puede ser un problema si jugamos con alguien un poco ruidoso en la misma habitación.
Respecto al Animal Crossing: Lets go to the city, es, sin duda, un excepcional campo de prueba para el nuevo dispositivo de Nintendo por la posibilidad que nos ofrece de interactuar con otros jugadores a grito pelado. En ese sentido, nos encontramos ante un pack lo suficientemente atractivo para que se convierta en el más vendido de la industria de los videojuegos estas Navidades, sobre todo entre los más pequeños. Ahora bien, que nadie se sienta engañado. Esta nueva entrega de la archiconocida saga de juego social no aporta casi nada a sus anteriores versiones para Game Cube o, la más reciente, DS. Aparte de una ligera mejora gráfica, tampoco demasiado importante, nos encontramos con el Animal Crossing de toda la vida, lo que desilusionará a los adictos a la franquicia. Y es que muchos no estarán dispuestos a seguir recogiendo bayas de por vida para decorar sus casas virtuales. Ni tan siquiera por un micrófono nuevo.